La policía noruega busca la cámara con la que el autor del doble atentado de Oslo, el ultraderechista Anders Behring Breivik, filmó al menos parte de su matanza en el campamento de las juventudes socialdemócratas de la isla de Utoya. Según el diario alemán Süddeutsche Zeitung, varios supervivientes de la matanza han asegurado que el asesino filmó el tiroteo en la isla, en la que murieron 69 personas, en su mayoría adolescentes participantes en la acampada.
La policía sigue buscando ese material y otras posibles pistas en la isla, que permanece precintada semanas después del doble atentado, perpetrado por Breivik el 22 de julio. En los ataques murieron 77 personas, ocho de ellas por la explosión de un coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo y las 69 restantes en el posterior tiroteo de la isla, a 40 kilómetros de la capital.
La policía noruega admitió este martes haber cometido un error tras recibir la primera llamada de auxilio desde la isla, ya que eligieron un trayecto más largo de lo necesario, según informaciones del canal público noruego NRK. Breivik se entregó tras más de una hora de intenso tiroteo y mientras los centenares de adolescentes que participaban en la tradicional acampada socialdemócratas huían despavoridos y enviaban mensajes de socorro desde sus teléfonos móviles a sus familiares o a la policía.
Según han reconstruido estos días medios noruegos, el propio Breivik llamó a la policía para entregarse, presentándose como «comandante» de un «movimiento de resistencia anticomunista contra la islamización». El autor del doble atentado permanece aislado desde su detención, vigilado 24 horas al día para evitar que intente suicidarse y entre fuertes medidas de seguridad para evitar que sea atacado por otros prisioneros.