Francia acoge este jueves la conferencia internacional de apoyo para la reconstrucción de Libia, que reunirá a delegaciones de 60 países y de organizaciones internacionales como la OTAN, la ONU y la Liga Árabe con el Consejo Nacional libio de Transición (CNT).
Según el ministro de Asuntos Exteriores francés, Alain Juppé, esta conferencia permitirá al CNT presentar su plan para construir la democracia en Libia y decir también qué necesita para sacar al país del estado en el que se encuentra.
En París se reunirán 19 jefe Estado, 16 jefes de Gobierno y varias organizaciones internacionales, en especial la Liga Árabe.
Presidirán el encuentro el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron.
El gobierno francés considera que la fase actual es sumamente delicada para Libia y que es fundamental apoyar la transición a la democracia con esta conferencia, propuesta el pasado 24 de agosto, en cuanto los rebeldes tomaron Trípoli.
La delegación del CNT estará encabezada por su presidente, Mustafa Abdulyalil, y por su primer ministro, Mahmud Yibril.
Con ellos se reunirán entre otros mandatarios la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
La conferencia, que se celebra sin esperar la caída total del régimen de Muamar Gadafi, todavía en paradero desconocido, coincide con el aniversario de su toma de poder, en 1969.
Horas antes de su comienzo, Juppé anunció que París había obtenido la autorización para desbloquear 1.500 millones de euros de bienes libios y entregarlos al Consejo Nacional de Transición (CNT) para que pueda «trabajar» e iniciar la reconstrucción de Libia.
En declaraciones a la emisora RTL recordó que el CNT dijo oficialmente que la reconstrucción de Libia se dirigiría «de manera preferencial a aquellos que le apoyaron», lo que encontró «bastante lógico y justo»
La operación en Libia es cara, pero «es una inversión para el futuro», porque una Libia democrática será un país que se desarrollará, será un factor de estabilidad, de seguridad y de desarrollo de la región», agregó.
Para el Elíseo, lo importante es tener en cuenta que se entra en una fase de ayuda, no de negocios.