El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Jakob Kellenberger, concluyó este lunes su visita a Siria, en la que pudo entrevistarse con el presidente Bashar Al Asad y tener acceso por primera vez a centros de detención. Kellenberger pudo visitar la prisión central de Damasco, en el suburbio de Adra y, según expresó en un comunicado difundido este lunes en Ginebra, espera que el ministerio del Interior sirio permita a los trabajadores del CICR entrevistarse con todos los detenidos a causa de las violentas manifestaciones de los últimos meses en el país.
«Es un importante paso adelante en nuestras actividades humanitarias en Siria», señaló. La charla con Al Asad se centró en analizar la evolución de las relación entre el CICR y las autoridades sirias desde la última visita de Kellenberger al país el pasado mes de junio.
Kellenberger valoró los progresos logrados en términos de acceso a las áreas más afectadas por la violencia y precisó que la prioridad absoluta de la Cruz Roja es asegurarse de que todos los heridos y enfermos reciben la atención médica necesaria. «También hemos debatido sobre qué normas deben seguir las fuerzas de seguridad y su obligación de respetar el bienestar físico y psicológico y la dignidad humana de todos los detenidos», afirmó Kellenberger.
Visita a centros de detención
La delegación del CICR visitó centros de detención para evaluar las condiciones y el trat recibido por los detenidos, aunque las conclusiones de su investigación no han trascendido y, según dice, sólo han sido compartidas con las autoridades concernidas en cada caso.
Otro asunto abordado con Al Asad es la manera en que se ha aplicado un acuerdo alcanzado el pasado junio entre el Gobierno y el CICR para que esta última, junto con la sociedad de socorro de la Media Luna Roja siria, tuviesen un acceso reforzado a las áreas donde se producían las manifestaciones.
El presidente del CICR pasó dos días en Damas, donde se reunió también con el primer ministro, Adel Safar, y el ministro de Asuntos Exteriores y de Expatriados, Walid Muallem.