El ministro de Interior de México, Alejandro Poiré, ha considerado un «altísimo honor» su designación para el cargo, en sustitución de Franciso Blake Mora, quien falleció el pasado viernes en un accidente de helicóptero, por lo que se ha comprometido a cumplir «al máximo de sus capacidades» con su función.
En el discurso que ha pronunciado durante su ceremonia de investidura, Poiré se ha definido como «un servidor público que cree en la política; en el diálogo, como espacio para lograr un significado compartido de las cosas; y en la comunicación, como un proceso en el que construimos, reconociendo diferencias y compartiendo propósitos».
Por ello se ha comprometido a «trabajar incansablemente» en el diálogo, junto al equipo del ministerio del Interior, «valorando siempre las distintas perspectivas», especialmente de cara a las elecciones presidenciales del próximo año.
«Estoy absolutamente convencido de la fortaleza de nuestras instituciones electorales, pero no podemos dar esta fortaleza por hecho», ha dicho, al tiempo que ha urgido a las fuerzas políticas a «apuntalar la democracia» expresando su «pleno respeto» a la autonomía de la autoridad electoral.
«México atenderá un año lleno de retos», ha valorado. «Y todos los mexicanos tendremos que hacer el trabajo que nos toca, con confianza en nuestro futuro, con seriedad por lo que está en juego y con convicción de que lo mejor de nuestra Patria está en nuestras manos», ha sentenciado, según el comunicado de Presidencia de México.
Además, Poiré se ha mostrado consciente de que su designación «se da en un entorno doloroso que, para muchos mexicanos, ha generado desconcierto», en alusión a la muerte de su antecesor en el cargo, cuyas circunstancias están siendo investigadas.
«Haré mi mejor esfuerzo por emular el ejemplo de compromiso, de visión de Estado y de esfuerzo cotidiano de mis antecesores y así honrar de manera permanente su memoria», ha señalado. Poiré será el quinto ministro del Interior del Gobierno de Calderón.
Estrella Digital/EP