La grave crisis de deuda de la Eurozona marcará la cumbre bilateral que Estados Unidos y la Unión Europea celebran este lunes en Washington después de que la Administración de Barack Obama haya instado de forma pública y reiterada a los dirigentes europeos a cerrar un acuerdo definitivo lo antes posible para salvar el euro por su impacto negativo en la economía estadounidense.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha reconocido en vísperas de la cumbre que tanto Bruselas como Washington «necesitan actuar para afrontar a corto plazo las preocupaciones sobre el crecimiento, así como las debilidades fiscales y financieras». «Juntos, buscaremos vías para aprovechar nuestras relaciones económicas muy fuertes para impulsar el crecimiento y el empleo a ambos lados del Atlántico», ha avanzado, tras recordar que Estados Unidos y la UE tienen «las relaciones comerciales y económicas más fuertes en todo el mundo».
El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, que representará junto a Van Rompuy a la UE en la cumbre, ha insistido a su vez en que «la relación trasatlántica es más relevante que nunca en un momento de incertidumbre y de cambios enormes por los que atraviesa la economía mundial».
Barroso ha asegurado que los europeos esperan discutir con Obama como «socios estratégicas y aliados fuertes» que son cómo hacer frente a los desafíos actuales económicos «de forma concertada». «Necesitamos trabajar juntos para garantizar el crecimiento mundial sostenible y equilibrado. Necesitamos también desarrollar la agenda trasatlántica para el crecimiento y el empleo», ha recalcado el portugués, que sin embargo ha defendido también la necesidad de aumentar la cooperación internacional «para construir un sistema basado en normas más fuertes y justas».
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, y el comisario de Comercio, Karel de Gucht, acompañan a ambos durante la cumbre, a la que también asistirán por parte estadounidense la secretaria de Estado, Hillary Clinton, así como el asesor número dos de Obama en asuntos económicos internacionales, Mike Froman, y el responsable de Comercio, Ron Kirk.
A pesar de que la cumbre tendrá un marcado carácter económico, Obama y sus interlocutores europeos analizarán cuestiones de gran relevancia internacional como los procesos de transición en marcha en los distintos países de la ‘Primavera árabe’ y cómo cooperar más estrechamente sobre el terreno para apoyar estos cambios. Se espera que de forma más específica discutan la situación crítica en Siria y los recientes enfrentamientos en Egipto. También analizarán la situación en los vecinos del Este de Europa.
Oriente Próximo y Afganistán
El proceso de paz en Oriente Próximo, el refuerzo de sanciones contra el régimen iraní en respuesta a los avances en su programa nuclear tal y como ha acreditado la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) en su último informe y el tipo de cooperación que quieren tener con Afganistán más allá de 2014 una vez las fuerzas de seguridad afganas asuman el control de todo el país, algo que se analizará durante la cumbre internacional que acogerá la ciudad alemana de Bonn el 5 de diciembre, también serán debatidos en Washington.
Obama y los dirigentes europeos también aprovecharán para repasar otros desafíos globales como la lucha contra el cambio climático a pesar de que la administración estadounidense ya ha dejado claro que no se comprometerá con un segundo periodo de reducción de emisiones en el marco del Tratado de Kioto, así como su cooperación en cuestiones como la ayuda al desarrollo, teniendo en cuenta que Estados Unidos y la UE se encuentran entre los mayores donantes a nivel mundial, y cómo reforzar su cooperación en el área clave de la energía.
En los márgenes de la cumbre, Estados Unidos y la UE mantendrán el lunes una reunión ministerial del Consejo de Energía con el objetivo de avanzar en la cooperación en este ámbito, mientras que al día siguiente celebrarán una reunión del Diálogo sobre Desarrollo y una segunda reunión del Consejo Económico Trasatlántico, el principal foro de cooperación económica entre las partes.