La Liga Árabe ha anunciado este domingo el cese de relaciones diplomáticas con Siria y ha pedido la intervención de una fuerza de paz bajo supervisión de Naciones Unidas y de la propia Liga para atajar la represión del régimen del presidente sirio, Bashar Al Assad, que contraviene el derecho Internacional.
De igual modo, la Liga «abre sus canales de comunicación» con la oposición siria y se compromete a prestar «cualquier tipo de ayuda política y material» para respaldar a los críticos del régimen de Al Assad, según la resolución final presentada en El Cairo.
La resolución condena al Gobierno sirio por «violar el derecho Internacional» al emplear la violencia contra los civiles y, finalmente, reitera su llamamiento a que los países árabes impongan sanciones económicas a Damasco.