Un estudiante británico que ingresó a la red interna de Facebook arriesgando «desastrosas» consecuencias para el sitio en internet fue condenado el pasado viernes a ocho meses de prisión, en un hecho que fue calificado por los fiscales como el caso más serio de este tipo que habían visto.
Glenn Mangham, un estudiante de informática de 26 años, admitió haberse infiltrado el año pasado en Facebook desde su dormitorio en la casa de sus padres en York, en el norte de Inglaterra, provocando que la compañía estadounidense pensara que trataba de un caso de un espionaje industrial a gran escala.
«Esta ha sido la incidencia más extensa y flagrante de ataque informático a medios sociales que se ha planteado ante los tribunales británicos», afirmó Alison Saunders, fiscal jefe de Londres. «Por suerte, esto no implicó el compromiso de ningún dato personal de usuarios», agregó.
Facebook supo del caso en abril y llamó al FBI. Los agentes estadounidenses establecieron que la fuente del ataque estaba en Reino Unido, y la policía británica registró la casa de Mangham en junio.
El estudiante dijo que antes había ayudado al portal Yahoo! a mejorar su seguridad y que quería hacer lo mismo por Facebook. Sin embargo, la fiscalía rechazó su argumento.
«Dijo que quería un miniproyecto y escogió Facebook por su presencia destacada en Internet,» dijo el fiscal Sandip Patel en un tribunal de Southwark, en Londres. «La fiscalía no acepta que las acciones del acusado fueran otra cosa que maliciosas», afirmó.
Según indicó Press Association, el tribunal fue informado de que Facebook había gastado 200.000 dólares (151.520 euros) tratando el asunto.
El juez Alistair McCreath dijo a Mangham que sus acciones no eran inofensivas y que habían tenido «consecuencias reales y potencialmente muy serias», las que podrían haber sido «realmente desastrosas» para Facebook. «Usted y otros que se sientan tentados a actuar como lo hizo usted deben entender de verdad lo serio que es esto», añadió