El ‘Diario del Pueblo’, vinculado al Partido Comunista de China, ha advertido en su edición de este lunes de que podría desencadenarse una «guerra civil» en Siria, «si los países occidentales siguen apoyando a la oposición».
En la misma línea, apunta que, en el caso de que estallara una «guerra civil» entre partidarios y detractores del Gobierno de Bashar al Assad, «no habría forma de evitar una intervención armada extranjera», aunque no aclara por parte de qué países ni en qué sentido.
El rotativo, considera que el punto de partida de esta ola de violencia podría ser la aprobación en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidad del borrador propuesto por los países árabes en apoyo al plan de transición para Siria de la Liga Árabe, que contempla la dimisión de Al Assad.
«Si el Consejo de Seguridad aprueba esa resolución de apoyo a la Liga Árabe, esto solamente conducirá a que haya más violencia», reza el artículo del ‘Diario del Pueblo’.
Además, señala que «si el presidente sirio hubiera dado marcha atrás con una retirada y la oposición hubiera sido animada a seguir adelante, los enfrentamientos habrían sido peores de lo que son» actualmente.
El artículo, que el rotativo atribuye a un experto en relaciones internacionales identificado como Qu Xing, se publica dos días después de que el enviado de China a Siria, el viceministro de Exteriores, Zhai Jun, se reuniera con Al Assad, en Damasco.
Desde la capital siria, Zhai instó a todas las partes a cesar la violencia, al tiempo que expresó su confianza en que el presidente cumplirá su promesa de convocar un referéndum constitucional y unas elecciones democráticas.
En los últimos días, los medios de comunicación chinos han publicado numerosos artículos de apoyo al régimen sirio, en el marco del recrudecimiento de la represión de las protestas populares por parte de las fuerzas de seguridad.
China y Rusia se han convertido en los principales aliados de Siria, oponiéndose reiteradamente a aprobar en el Consejo de Seguridad una resolución de condena a la violencia del Gobierno de Al Assad contra la población civil.
Ambos países coinciden en que el llamamiento al cese de la violencia debe dirigirse también a la oposición y en su rechazo a propiciar un cambio de Gobierno en Siria y a que se produzca una intervención armada de la comunidad internacional, como ocurrió en Libia.
Con estos argumentos, Pekín y Moscú vetaron el pasado 4 de febrero en el Consejo de Seguridad el borrador de los países árabes que, sin embargo, fue aprobado doce días después por 137 de los 193 países que forman la Asamblea General de Naciones Unidas, con la oposición de 12 y la abstención de 17.