Charla Nash, una mujer británica de 58 años, fue intervenida en el Hospital Brigham and Women de Boston para un trasplante de cara. Esta madre soltera de Stamford estuvo a punto de morir después de ser atacada por un chimpancé hace tres años. Era la mascota de una amiga, un mono macho de 14 años de edad que le arrancó las manos, la nariz, los labios y los párpados, y la dejó ciega.
Por primera vez, Charla Nash concede una entrevista a un canal de televisión y asegura que su mayor ilusión es volver a ver su reflejo, cuenta Daily Mail.
Nash contó que Travis, el chimpancé, comía bien, pero que hasta bebía vino y dormía en la cama de su dueña, algo que le parecía raro. El suceso ocurrió cuando ella estaba ayudando a la dueña del animal para que éste entrara en casa, entonces se le echó encima. La policía mató a tiros a la mascota. La dueña alegó que el animal trataba de protegerla porque no reconoció a Charla Nash ya que se había cambiado de peinado.
Durante la operación, el equipo de médicos utilizó la piel de un donante, el músculo subyacente, los nervios y la parte superior del paladar y le trasplantó toda la cara. Ahora puede oler otra vez y comer alimentos sólidos.
Su hija de 20 años asegura que aún está esperando a que el nuevo rostro se acople a la estructura ósea de la cara, «pero ya es mi mamá».
Aunque los médicos le retiraron el trasplante de manos tras infectársele por una neumonía, dentro de un año volverá a repetirse la operación y espera que entonces pueda tener un perro guía.
Mientras, Nash está de juicios con la familia de la dueña del animal, ya fallecida, para conseguir una indemnización que le pague los gastos médicos.
Redacción Estrella Digital