Al menos 62 personas, entre ellas dos mujeres y una decena de niños, han muerto este viernes a manos de las fuerzas de seguridad en varias ciudades de Siria, incluidos 22 civiles que han fallecido víctimas de un bombardeo perpetrado por tanques en la ciudad de Homs, la más asediada en los últimos meses por el régimen liderado por Bashar al Assad, según han informado activistas.
El recuento concreto de fallecidos que ofrecen los Comités de Coordinación Locales es el siguiente: 27 en Idlib -20 de ellos solo en Ain Larouz-, 22 en Homs -la mayoría en el transcurso de un bombardeo perpetrado por las fuerzas militares-, cinco en Deraa, cuatro en Hama, dos en la capital, Damasco, uno en Latakia y otro en Alepo.
La reanudación de los intensos bombardeos se produce tras varios días de relativa calma que han permitido que el Gobierno apruebe la visita de la secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, a Homs, una ciudad que, según ella, ha quedado completamente destrozada.
El bombardeo perpetrado por los carros de combate del Ejército sirio ha tenido como objetivo una manifestación opositora en el distrito de Bab Houd, según ha relatado el activista Abú Imad, que ha explicado que la mezquita de Al Hanablé ha sido alcanzada por proyectiles cuando los musulmanes que habían acudido al rezo del viernes abandonaban el recinto.
Walid Fares, un activista que reside en el distrito de Jalidiya, en Homs, ha indicado que cuatro manifestaciones que se celebraban en otros tantos puntos de la ciudad también han sido atacadas por las fuerzas de Al Assad con morteros.
«Treinta tanques han entrado en mi barrio a las 7.00 de la mañana y han utilizado sus cañones para disparar contra las casas», ha explicado Abú Rabea, residente del barrio Karm al Zeitoun, en Homs. «Hay disparos y están utilizando granadas propulsadas por cohetes», ha añadido, antes de explicar que las calles se han quedado vacías porque los residentes se han refugiado en sus casas.