Al menos 61 personas han muerto este jueves en distintas localidades de Siria a causa de los bombardeos y ataques perpetrados por las fuerzas leales al Gobierno que preside Bashar al Assad, según han denunciado los Comités de Coordinación Local, una red opositora que evalúa la situación sobre el terreno.
Entre las víctimas figuran, según este grupo, al menos doce niños, cuatro mujeres y un soldado desertor del Ejército. Dos de las víctimas habrían fallecido tras ser torturados por las fuerzas del régimen de Al Assad.
Los Comités tienen constancia de 23 «mártires» en Idlib, 16 en Homs, 13 en Hama, tres en Deraa, dos en Alepo, dos en los suburbios en Damasco y uno tanto en Latakia como en la capital del país, según han informado en un comunicado.
Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, ha denunciado que diez civiles, entre ellos tres niños y dos mujeres, han perdido la vida después de que hombres armados disparasen contra un autobús en la localidad de Sermeen, en el norte de Siria. Este grupo de civiles aparentemente trataba de cruzar la frontera hacia Turquía.
El Observatorio, que depende para sus informaciones de una red de contactos sobre el terreno, no ha podido confirmar quién está detrás de estas muertes, aunque otros activistas consultados por Reuters han culpado a las tropas el Gobierno.
La ONU calcula que más de 8.000 personas han muerto desde que se iniciasen hace un año las protestas antigubernamentales. Un portavoz del Ministerio de Exteriores sirio aseguró esta semana que unos 3.000 miembros de las fuerzas de seguridad han fallecido durante este último año por culpa de acciones atribuidas a «grupos terroristas armados».
Avance de las tropas
Las fuerzas del Gobierno han avanzado en las últimas semanas sobre varias zonas controladas hasta ahora por los rebeldes pero, a tenor de lo que han apuntado varios testigos, no tienen consolidados estos progresos, si bien se hace imposible confirmar cualquier información al respecto por el veto impuesto por parte de las autoridades a los periodistas independientes.
Este jueves, los tanques del régimen han bombardeado de nuevo el barrio de Arbaeen, en la ciudad de Hama. En las últimas 48 horas han perdido la vida en esta zona más de una veintena de personas, según han declarado a Reuters fuentes opositoras.
También se han registrado intensos bombardeos sobre la ciudad de Sermeen, pero el responsable del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, Rami Abdelrahman, ha asegurado a Reuters que «las fuerzas sirias todavía no han podido entrar» en esta localidad de la zona norte.
Por otra parte, en la ciudad de Al Qusair, cerca de la frontera con Líbano, las fuerzas del régimen han tratado de reducir a los rebeldes y se han producido varios incidentes violentos. Tres residentes de esta zona y cuatro soldados han muerto en el marco de una emboscada, según el Observatorio.
Las ofensivas constantes se habrían extendido también por Deraa, Deir al Zor y Latakia, pese al llamamiento lanzado ayer por el Consejo de Seguridad de la ONU para que el Gobierno de Al Assad cumpla con las peticiones del enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan, y ponga fin a la violencia.