La familia del ex líder libio Muamar Gadafi ha tildado de «ilegal» la decisión de la Guardia de Finanzas de Roma de confiscar 1.100 millones de euros en bienes que pertenecían al ex líder libio Muamar Gadafi, a su hijo Saif al Islam, y a su ex jefe de Inteligencia Abdulá al Senussi en cumplimiento de una orden emitida por el Tribunal Penal Internacional (TPI).
Los fondos congelados se reparten en varias cuentas corrientes; acciones de la entidad financiera Unicredit; la empresa de ciencia y tecnología Finmeccanica; la petrolera Eni; el grupo automovilístico Fiat, el equipo de fútbol Juventus; 150 hectáreas de bosque en la isla de Pantelleria, uno de los principales puntos de entrada a Europa de los emigrantes libios; y dos vehículos, entre ellos una Herley Davidson.
Todos estos activos estaban gestionados por la Autoridad de Inversión de Libia, que fue creada en 2006 para rentabilizar los beneficios de la explotación de hidrocarburos y diversificar su inversión en el extranjero.
Un abogado que representa a los hijos de Gadafi Aisha y Saadi, ambos en el exilio en Argelia desde mediados de 2011, ha dicho que estos activos eran parte de inversiones legítimas realizadas por el fondo soberano. «La confiscación de activos italiana supone un cumplimiento tardío e ilegal de una orden judicial dudosa y de un régimen de sanciones persecutorias, ha apuntado el abogado, Nick Kaufman, a través de un comunicado en nombre de la familia.
«Ni un sólo dólar fue usado para el beneficio personal de la familia Gadafi y ni un céntimo proviene de acciones criminales», ha agregado. «El régimen de Muamar Gadafi apoyó con orgullo a la industria italiana a través de los fondos de inversión estatal, haciéndolo además en beneficio del pueblo libio», ha manifestado Kaufman.
Italia, antigua potencia colonizadora de Libia, llegó a ser el aliado europeo más cercano a Gadafi. El Gobierno libio fue, a través de las sumas de dinero conseguidas por la exportación de petróleo, un gran inversor en empresas italianas. Tras la revolución, los organismos internacionales y el nuevo Ejecutivo libio han estado intentando recuperar estos activos, que aseguran que fueron robados por la familia Gadafi de los fondos del Estado.
Anteriormente, estos bienes ya habían sido congelados por orden del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y de la Unión Europea (UE) con el propósito de evitar el expolio de la riqueza del pueblo libio y de garantizar el pago de las indemnizaciones a las víctimas del conflicto de cara a una posible condena del TPI.