Las autoridades estadounidenses han detenido a 3.168 personas en la mayor operación lanzada contra inmigrantes con antecedentes y fugitivos de cara a su deportación, según ha informado el director de Control Migratorio y Aduanero (ICE), John Morton.
Esta operación es la tercera desde el inicio de la llamada ‘Cross Check’ en mayo de 2011, que ha llevado a la detención de más de 10.000 extranjeros que habrían cometido algún delito en diversas operaciones nacionales y regionales. En las redadas llevadas a cabo en mayo y septiembre de 2011 se detuvo a 2.442 y 2.901 personas, respectivamente.
Morton ha apuntado que entre los detenidos en esta última operación hay al menos 1.500 personas con antecedentes criminales, entre ellos asesinato, homicidio involuntario, intento de asesinato o secuestro. Los arrestos se han producido en los 50 estados que conforman el país, Puerto Rico, tres territorios de ultramar y el distrito de Columbia.
«Esta es gente que no queremos ver en nuestras calles», ha dicho Morton. Los arrestos son parte de la voluntad de Washington de deportar a criminales o personas con comisión reiterada de delitos antes que a inmigrantes ilegales sin antecedentes.
El Departamento de Seguridad Nacional, que supervisa al ICE, ha dicho que México es el país de donde proceden mayor número de inmigrantes ilegales, con 11,5 millones. El Gobierno está revisando 300.000 casos relativos a inmigrantes para centrarse en los individuos de mayor prioridad, un proceso que debería estar finalizado a finales de 2012, ha subrayado Morton.
Alrededor de 400.000 personas son deportadas de Estados Unidos cada año y la mitad de ellos son criminales, un número que ha ascendido al 89% en los tres últimos años fiscales, ha apostillado.