Activistas de la oposición en Siria han acusado al régimen de Bashar al Assad de seguir perpetrando ataques y bombardeos en varias ciudades del país pese al compromiso adquirido de retirar todas sus tropas antes del próximo 10 de abril, fecha a partir de la cual comenzaría un posible alto el fuego.
Las fuentes consultadas por la agencia Reuters han relatado nuevos ataques en la ciudad de Homs y en la localidad de Zabadani, cerca de la frontera oeste del país. Para Waleed al Fares, activista en Homs, Al Assad «es un mentiroso». A su juicio, el presidente está intentando ganar tiempo frente a la comunidad internacional y comer terreno a las fuerzas rebeldes.
«El régimen no da signos de detenerse. Hay personas que está siendo bombardeadas ahora mismo en Zabadani», ha denunciado otro activista identificado como Rashid. «¿Dónde están las palabras de Kofi Annan?», ha preguntado, en alusión al enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria.
En total, según un balance de los Comités de Coordinación Local, una veintena de personas han fallecido este martes como consecuencia de las actuaciones del régimen. La red opositora tiene constancia de diez muertos en Homs, siete en la provincia de Idlib, dos en Deraa y uno en los suburbios de Damasco.
Los activistas con los que ha hablado Reuters también han informado de la muerte de tres soldados leales al Gobierno durante varias acciones de combatientes rebeldes en la parte norte de Siria.
Versión de Damasco
Por su parte, el Gobierno de Al Assad ha denunciado una «masacre» perpetrada por «grupos terroristas armados» en la ciudad de Homs. En un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias SANA, el Gobierno ha asegurado que unos «terroristas» han matado a varios residentes de una granja en el barrio de Deir Balba, tras haber convertido esa instalación en un «centro de tortura y asesinato de ciudadanos».
Siempre según el relato gubernamental, en la granja se han hallado «cuerpos mutilados» y «herramientas que han sido usadas para la tortura, el asesinato y la mutilación» de personas previamente secuestradas, así como «materias primas para fabricar artefactos explosivos».