Corea del Norte ha llevado a cabo este viernes el lanzamiento del satélite meteorológico ‘Kwamyongsong-3’, a pesar de las demandas de la comunidad internacional para que lo cancelara, pero ha fallado en su intento de ponerlo en órbita el aparato, lo que podría poner en jaque el liderazgo de Kim Jong Un.
La agencia de noticias oficial de Corea del Norte, KCNA, ha confirmado el lanzamiento del ‘Kwamyongsong-3’ y que no ha conseguido entrar en órbita. Al parecer, científicos norcoreanos investigan ya las causas del fallo.
Corea del Sur ha informado de que el ‘Kwamyongsong-3’ ha despegado a las 7.39 horas (00.39 horas en España) de la plataforma ubicada en Tongchang-ri, en el noroeste del país, cerca de la frontera con China, con la ayuda del cohete de largo alcance Unha-3.
No obstante, el ministerio de Defensa surcoreano ha informado de que, minutos después de emprender el vuelo, el aparato se ha desintegrado. «Los servicios de Inteligencia de Corea del Sur y Estados Unidos entienden que el lanzamiento ha fallado», ha dicho el portavoz ministerial, Kim Min Seook.
Kim ha explicado que el aparato se ha partido en una veintena de pedazos que han caído al mar a unos 200 kilómetros de las costas occidentales de Corea del Sur. «Ahora, estamos llevando a cabo un operativo de búsqueda para recuperar las piezas caídas», ha dicho Kim, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Reuters.
Por su parte, el jefe de Gabinete de Japón, Osamu Fujimura, ha confirmado el lanzamiento y ha apuntado que apenas un minuto después del mismo, el ‘Kwamyongsong-3’ se ha desintegrado, según informa la cadena NHK.
Fuentes del ministerio de Defensa de Japón han señalado a NHK que el satélite meteorológico ha llegado a alcanzar una altura de 400.000 pies (unos 120 kilómetros) y que se ha partido en cuatro pedazos que han caído al mar Amarillo, que sirve de frontera natural entre las dos Coreas.
Fujimura ha asegurado que ninguno de los pedazos ha caído sobre territorio japonés, a pesar de que Estados Unidos había advertido de que los fragmentos del ‘Kwamyongsong-3’ podrían impactar en Japón, Corea del Sur, Filipinas e Indonesia, por lo que ha instado a los nipones a permanecer en calma.
En la misma línea, funcionarios estadounidenses han informado a la cadena ABC de que el aparato no ha conseguido entrar en órbita, aunque no han especificado dónde ha caído. Si bien, el Comando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD), formado por Estados Unidos y Canadá, ha apuntado que una parte del satélite meteorológico ha caído 165 kilómetros al oeste de las costas surcoreanas y que el resto no ha conseguido entrar en órbita.
Respuesta internacional
Corea del Norte ha explicado que el objetivo del ‘Kwamyongsong-3’ era recabar datos meteorológicos para mejorar la explotación de sus recursos naturales y prevenir desastres naturales, así como conmemorar el centenario del nacimiento del fundador de República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte), Kim Il Sung.
A pesar de estas explicaciones, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón sospechan que el lanzamiento encubría otras prácticas con misiles de largo alcance, por lo que, al igual que Naciones Unidas y la Unión Europea, han pedido insistentemente a Pyongyang que lo cancelara.
Estos países consideran que el lanzamiento supone una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que prohíben expresamente a Corea del Norte desarrollar y usar tecnología nuclear y balística, porque Pyongyang ha intentado poner en órbita el aparato con ayuda de un Unha-3, un cohete de largo alcance.
En consecuencia, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, y el ministro de Exteriores de Corea del Sur, Kim Sung Hwan, han condenado el lanzamiento y han acordado llevar a cabo «acciones decididas» contra Corea del Norte.
En la misma línea, el ministro de Finanzas de Japón, Jun Azumi, ha apuntado que el país podría imponer sanciones económicas a Corea del Norte, en función de la respuesta de la comunidad internacional al lanzamiento del ‘Kwamyongsong-3’.
Los tres países han adelantado que elevarán el asunto al Consejo de Seguridad, que tiene previsto reunirse hoy para consensuar una respuesta al lanzamiento. Diplomáticos occidentales han señalado que China, país que cuenta con derecho a veto y que es aliado de Corea del Norte, sólo aceptaría una crítica, por lo que la imposición de nuevas sanciones contra el país no sería una de las opciones.
Funcionarios estadounidenses han indicado a Reuters que el lanzamiento del ‘Kwamyongsong-3’ era un «acto de propaganda» del régimen norcoreano, el primero de gran importancia que lleva a cabo su nuevo líder, Kim Jong Un, por lo que dentro del país podría ser interpretado como un fracaso personal.
Kim Jong Un, que llegó al cargo en diciembre de 2011 tras la muerte de su padre, Kim Jong Il, y que recientemente ha sido designado como titular de los más altos cargos del país, prometió que en 2012 haría de Corea del Norte «una nación próspera y fuerte».
A pesar de las manifestaciones de respaldo a Kim publicadas por los medios de comunicación norcoreanos, todavía se desconoce el apoyo real que tiene en las instituciones políticas y militares del régimen comunista.
Ésta iba a ser la primera exhibición de poder de Corea del Norte, por lo que el Gobierno había invitado a una delegación de expertos espaciales y periodistas de los medios de comunicación más importantes a nivel internacional a visitar la plataforma de despegue y presenciar el lanzamiento.
«No hay dudas de que el lanzamiento era un acto de propaganda y claramente ha salido mal, por lo que multiplicará las especulaciones sobre las ramificaciones del liderazgo en Corea del Norte», ha dicho Scott Snyder, del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos.
Además, Snyder ha apuntado que el lanzamiento también tenía por objetivo exhibir ante futuros clientes el potencial militar de Corea del Norte. «El fracaso hará que esos clientes se lo piensen dos veces antes de comprarle nada», ha subrayado.