El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, parte en clara desventaja frente a su rival y candidato por el Partido Socialista, François Hollande, de cara a las elecciones presidenciales. Si se confirman los pronósticos, Sarkozy se convertirá en el undécimo líder de la eurozona en abandonar el poder desde el inicio de la crisis de deuda soberana, en una carrera marcada por el hastío generalizado con la figura del dirigente galo.
Si bien las encuestas apuntan a que los comicios se decidirán entre ambos candidatos, conviene no olvidar la importancia de las formaciones políticas situadas en los polos del espectro político galo. La carrera por el tercer puesto es prueba de ello, donde se enfrentan la líder del partido de derecha Frente Nacional, Marine Le Pen, y el candidato de la coalición Partido de Izquierdas, Jean-Luc Mélenchon.
A la espera de que el 14% de indecisos (entre seis y ocho millones de franceses) termine de concretar su opinión, muchos analistas centran su atención en el candidato centrista François Bayron, quien podría tener la llave para decidir los comicios.
Bayron tiene solo un 11% de los votos y su no pasará a la ronda final, pero es un porcentaje lo suficientemente elevado como para que Bayron decante la elección dependiendo del candidato final que recomiende a sus votantes. Por ahora, mutismo absoluto. «Me niego categóricamente a que me arrastren a un debate a la segunda ronda. Significaría que acepto la bipolarización de la política francesa», declaró al ‘Le Figaro’.
Los colegios electorales han abierto a las 8.00 de la mañana y cerrarán a las 16.00 de la tarde excepto en los principales ciudades el país, donde permanecerán abiertas hasta las 20.00 horas, momento a partir del cual se esperan los primeros resultados de las encuestas a pie de urna.
Encuestas
Las últimas encuestas auguran el peor escenario posible para el presidente. Cuatro de las últimas seis encuestas publicadas durante las últimas horas en Francia otorgan su derrota en la primera vuelta en beneficio de Hollande, a quien los sondeos conceden una victoria casi segura, de entre siete y catorce puntos de diferencia, en la segunda vuelta del próximo 6 de mayo.
Hollande se haría con entre un 27 y un 30% de los votos, según el margen mínimo y máximo establecido respectivamente por las encuestadoras LH2 y BVA. Sarkozy, por su parte, obtendría entre el 25 y el 26,5% de acuerdo con las encuestadoras CSA, LH2 y BVA, en una tendencia claramente a la baja según el diario ‘Le Figaro’.
Ambos candidatos solo están codo con codo en una encuesta, la de TNS Sofres, que apunta un empate entre ambos con un 27%, y únicamente el sondeo de Ifop pone a Sarkozy por delante, con dos puntos porcentuales de ventaja sobre Hollande (30% frante a 28%).
Sin embargo, la ventaja a favor de Hollande se acentuará con toda probabilidad en la segunda vuelta, cuando comience a recabar los votos de los candidatos que se quedaron por el camino.
El candidato socialista contaría con el respaldo de un 80% de los votantes del izquierdista Jean-Luc Mélenchon y un 33% de los afines a François Bayrou, el líder del Movimiento Democrático. Sarkozy conseguiría el voto de un 45% de los simpatizantes de la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, y mas un 32% de los votantes del centrista Bayrou.
Llegados a este punto, Hollande tendría todo a su favor para hacerse con el triunfo final. Ifop concede al líder socialista una ventaja mínima de siete puntos por delante de Sarkozy (53,5% por un 46,5%). Los sondeos más optimistas para Hollande amplían su ventaja a 14 puntos (57% frente a un 43% para los institutos BVA y CSA).
Por otro lado, los sondeos han seguido también la carrera por el tercer puesto en la primera ronda entre Mélenchon y Le Pen. Todo parece indicar que la candidata del Frente Nacional se convertirá en la tercera más votada en la ronda inicial, con entre el 14 y el 17% de los votos, de acuerdo con BVA y Sofres. Mélenchon, de la coalición Partido de Izquierda, conseguiría entre un 13% (Sofres) a un 15% (LH2). todas las encuestas colocan a Le Pen por delante excepto BVA, que marca un empate entre los dos candidatos (14%).
Rechazo a Sarkozy
«Estos comicios son una expresión del rechazo profundo a Nicolas Sarkozy», resume un antiguo integrante del partido del presidente, la Unión por un Movimiento Popular (UMP). «Por encima de todo, son un rechazo de su persona, de su omnipotente y arrogante gobierno», añadió en declaraciones a Reuters.
Este rechazo se ha hecho patente entre las filas de su propio partido. Por ejemplo, la exministra de Planificación Fadela Amara se ha unido a la creciente lista de antiguos colaboradores políticos de Sarkozy que han anunciado su intención de votar a Hollande, quien se perfila como el primer presidente socialista de Francia desde el fin del mandato de François Mitterrand, en 1995.
Amara, una de las figuras del centro-izquierda reclutadas por Sarkozy para formar su primer gobierno tras su elección en 2007, se ha unido a la exministra de Medio Ambiente y militante ecologista Corinne Lepage en su decisión de apoyar expresamente a Hollande. Ambas han acusado a Sarkozy de haberse escorado demasiado a la derecha.
Otros antiguos dirigentes próximos a Sarkozy o de la derecha que han anunciado su apoyo a Hollande -entre ellos, el expresidente Jacques Chirac- son el antiguo alto comisario para la Pobreza Martin Hirsch, el exminstro de Estado sobre Igualdad de Oportunidades Azouz Begag y el que fuera ministro de Cultura Jean-Jacques Aillagon.
Europa
El futuro de Francia en la Unión Europea depende del resultado de estos comicios. En la actualidad, la tasa de desempleo es la más alta de los últimos 13 años y el déficit público equivale al 90% del PIB. Cuando Sarkozy llegó al poder en 2007, ese porcentaje era del 64%.
La confirmación definitiva del deterioro de la economía gala llegó el pasado mes de enero, cuando la agencia de «rating» Standard & Poor’s redujo la calificación de la deuda francesa, que hasta ese momento ostentaba la triple AAA, nota más alta y motivo de orgullo del Gobierno galo.
Mientras Sarkozy ha abanderado la creación de un nuevo tratado europeo para reforzar la integración fiscal y económica, Hollande ha causado sensación por sus reiteradas críticas contra el actual pacto fiscal europeo.
En el ámbito económico, el enfrentamiento entre ambos también se ha caracterizado por las numerosas comparaciones realizadas por Sarkozy, quien ha advertido que las políticas de su rival conducirán al país a una situación «digna de España y, sobre todo, de Grecia». Hollande ha criticado profundamente esta asociación. «Buen ejemplo de solidaridad europea el que ha vuelto a dar el candidato saliente», ironizó Hollande a principio de este mes.