La ex primera ministra de Ucrania, Yulia Timoshenko, ha sido trasladada este miércoles desde la prisión de Kachanovskaya, donde cumple una condena de siete años de cárcel por abuso de poder, a un hospital de la ciudad de Kharkiv, ubicada en el este del país, según han informado varios testigos a Reuters.
Al parecer, la ex mandataria ha abandonado el centro penitenciario de madrugada en una ambulancia escoltada por varios coches de policía y ha entrado al hospital por una puerta lateral.
Una vez dentro del hospital, el personal sanitario ha formado un cordón de seguridad de dos líneas para ocultar la camilla en la que iba Timoshenko a periodistas y curiosos.
Un pequeño grupo de simpatizantes de la ex primera ministra que se ha enterado a tiempo del traslado se ha concentrado para expresarle su apoyo. «Libertad para Yulia», han gritado.
Timoshenko, de 51 años de edad, fue condenada el pasado mes de octubre a siete años de cárcel por negociar y aprobar, sin la connivencia del Consejo de Ministros, un nuevo contrato entre la empresa ucraniana de gas Naftogaz y la rusa Gazprom con condiciones menos ventajosas para Kiev que las estipuladas en el acuerdo firmado anteriormente con Moscú.
El abogado de la ex mandataria denunció el pasado mes de abril que los guardias de prisión golpearon a su cliente mientras era trasladada en contra de su voluntad a un hospital. Según su versión, los funcionarios retorcieron sus brazos y piernas y golpearon su estómago provocándole un desmayo.
Dos días después de esta denuncia, el Defensor del Pueblo de Ucrania visitó a Timoshenko y comprobó que tenía heridas, como hematomas en el torso y en el abdomen, causadas por abusos físicos. En consecuencia, emitió un comunicado instando a la Fiscalía a investigar las denuncias de malos tratos.
Además, el abogado de la ex primera ministra ha indicado que padece problemas de espalda desde que fue encarcelada. Las autoridades ucranianas le han ofrecido los servicios médicos de la prisión, pero ella se ha negado a utilizarlos al considerar que no disponen de los medios suficientes para atender su dolencia.
Por todo estos motivos, Timoshenko comenzó una huelga de hambre el pasado 20 de abril. El martes, su portavoz, Marina Soroka, anunció que la ex mandataria abandonaría el ayuno voluntario a cambio de recibir atención médica de forma inmediata.