A veces las bromas terminan siendo aterradoras. Es el caso de un padre que, precisamente por gastarle una broma a su hijo de dos años, pasó el que seguramente fue el peor momento de su vida.
Los padres del pequeño fueron a una lavandería de EEUU y, mientras la mujer hacía la colada, el hombre cogió al niño y, para hacer la gracia, lo metió en una lavadora y cerró la puerta. Automáticamente, la máquina empezó a funcionar con el pequeño dentro.
El matrimonio, descompuestos por el pánico, intentan por todos los medios abrir la lavadora, pero no lo consiguen. Así pasan unos tres minutos: con el niño dentro de la lavadora y ésta funcionando. Si duda, los más largos de sus vidas. Hasta que un hombre logra parar la máquina y lo rescatan. Afortunadamente, sano y salvo.