El presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS), Burhan Ghalioun, ha presentado este miércoles su dimisión, que ha sido aceptada por la alianza opositora, aunque permanecerá en el cargo hasta el próximo 12 junio, cuando será elegido su sucesor.
Desde que llegó al cargo, el pasado mes de agosto, Ghalioun, de 67 años de edad, ha sido muy criticado por su afán de mantenerse en el poder y por su rechazo a la lucha armada de la mayoría suní contra el Gobierno de Bashar al Assad, de la secta alauí.
Su situación empeoró el pasado 15 de mayo cuando la Secretaría General del CNS le reeligió para un tercer periodo de tres meses. La decisión provocó que Adib Shishakly, uno de los fundadores del CNS, y los Comités de Coordinación Local (CCL), amenazaran con abandonar la alianza opositora.
Así, apenas dos días después de ser reelegido, Ghalioun anunció que estaba dispuesto a dimitir como presidente del CNS para garantizar la unidad de la alianza opositora, que ha estado amenazada por las disputas entre Hermanos Musulmanes, su principal apoyo, y otros grupos islamistas.
Finalmente, Ghalioun ha presentado su dimisión a última hora del miércoles y el CNS la ha aceptado, aunque, según ha informado a través de un comunicado, Ghalioun permanecerá en el cargo hasta que se celebre la próxima reunión de la Secretaría General para elegir a su sucesor, prevista para el 11 y el 12 de junio en Ankara.
Fuentes del CNS consultadas por Reuters han indicado que, de esta forma, serán los 50 miembros de la Secretaría General los que nombren al presidente de la alianza opositora, y no todos sus miembros, un total de 313, como proponían Ghalioun y Hermanos Musulmanes.
«Las posibilidades de Ghalioun de salir elegido presidente del CNS después del 12 de junio han disminuido. Habría sido imposible encontrar un candidato de consenso diferente a él, si hubiera votado todo el CNS», ha dicho un miembro de la secretaría general.
Un liberal cristiano, favorito
Tras la salida de Ghalioun, que obtuvo el 66 % de los votos en la votación celebrada la semana pasada para renovar su mandato, George Sabra, que quedó en segundo lugar con un 33 %, se ha convertido en el favorito.
Sabra, un liberal cristiano que huyó de Siria el año pasado tras liderar las protestas contra el Gobierno de al Assad en el suburbio de Qatana, en Damasco, es un aliado Riad al Turk, de 81 años de edad, a quien la oposición considera un guía moral tras pasar 25 años en prisión.
Hermanos Musulmanes ha adelantado que se opondrá a la designación de Sabra como presidente del CNS. «Necesitamos un presidente que sea aceptado por Occidente y Sabra reúne ese criterio, pero también debemos tener en cuenta el sentimiento de la calle. Está demasiado lejos de la izquierda», ha dicho uno de sus miembros.
La elección del nuevo líder del CNS será clave para conseguir el reconocimiento internacional como oposición al Gobierno de al Assad y disipar las preocupaciones de Occidente por el ascenso de los islamistas.
Estrella Digital/Agencias