La ONU ha denunciado en Ginebra que varias familias al completo fueron ejectutadas en la matanza cometida el viernes en la localidad siria de Hula. «En estos momentos, hay indicaciones de que familias enteras recibieron disparos dentro de sus casas», dijo el portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville. Precisamente, y en señal de condena a estas matanzas, varios países de la Unión Europea, entre ellos Francia, Alemania y España han expulsado a los embajadores sirios en sus respectivos países.
Según Colville, las informaciones recogidas hasta ahora señalan que, de un total de 108 muertos -de los que 49 eran niños y 34 mujeres-, «menos de veinte» murieron como consecuencia del fuego de artillería y tanques. El resto de las víctimas fue objeto de ejecuciones sumarias, «incluyendo la mayoría de niños asesinados» en dos acciones ocurridas en distintas partes del distrito de Al Houla, comentó.
El portavoz explicó que «los testigos locales y supervivientes afirman que la mayoría de víctimas fueron ejecutadas por personas que describen como pertenecientes a la milicia (progubernamental) Shabiha», aunque insistió en que todavía están en la «etapa preliminar» para esclarecer lo ocurrido.
También subrayó que la cifra total de víctimas es «temporal» y que hay estimaciones, no confirmadas, que apuntan a más de los 108 muertos verificados hasta ahora, algunos de los cuales podrían permanecer enterrados bajo los escombros causados por el fuego abierto con armamento pesado.
Intervención militar
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha acusado a las potencias extranjeras y a la oposición de Siria de obstruir el cumplimiento del plan de paz del enviado de la ONU, Kofi Annan.
«Nos preocupa que algunos países comiencen a utilizar estos sucesos (atentados terroristas en Siria) como excusa para presentar demandas sobre la necesidad de medidas militares», dijo Lavrov, citado por las agencias rusas. Rusia es uno de los últimos aliados del régimen sirio, aunque ayer firmó la declaración de condena por las matanzas de civiles en Hula y Hama en los últimos días.
Lavrov denunció que esos países «intentan ejercer presión sobre el Consejo de Seguridad de la ONU y, a juzgar por lo visto, el plan de Annan les molesta».
España, por su parte, ha dicho que no ve posible una intervención militar en Siria. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha reiterado que España estudia la posibilidad de enviar observadores, militares y civiles, encuadrados dentro de las Naciones Unidas, pero una intervención militar sin el amparo de la ONU no la ve, en principio, factible.
El enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan, inicia hoy las conversaciones con el presidente sirio para intentar salvar el plan de paz, que estipula un alto el fuego que no ha sido respetado.
Estrella Digital/Agencias