La masacre siria de Hula en la que murieron más de un centenar de personas hace una semana podría ser considerada un «crimen contra la humanidad», según ha advertido este viernes la Organización de Naciones Unidas. Además, el Consejo de Derechos Humanos ha aprobado una resolución para investigar la matanza e identificar a sus autores. Por su parte, el mediador internacional, Kofi Annan, se ha mostrado «frustrado» por la persistencia de la violencia en el país y ha reclamado avances «más rápidos».
«Reitero que los que ordenaron, ayudaron o no fueron capaces de impedir los ataques contra civiles son individualmente responsables de sus actos por vía penal», ha avisado la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay. Además, ha reclamado que los responsables de estos hechos sean perseguidos «individualmente por vía penal».
La de este viernes es la cuarta sesión extraordinaria convocada en el último año por el Consejo de Derechos Humanos para hablar de Siria. En ella han vuelto a quedar patentes las diferentes versiones que tienen, por una parte, la mayor parte de la comunidad internacional, y por otra, el Gobierno de Bashar al Assad.
Por su parte, el embajador sirio, Faysal Jabbaz Hamoui, ha alegado que la reciente matanza de Hula, en la que fallecieron más de un centenar de personas, fue perpetrada por entre 600 y 800 «terroristas» que utilizaron armamento de fabricación israelí. El objetivo de estos grupos, ha añadido, es «desatar conflictos sectarios» en Siria.
De hecho, Damasco se ha comprometido a presentar «ante todo el mundo» los resultados de sus investigaciones, aunque desde el primer momento ha desmarcado a sus tropas de cualquier responsabilidad en la masacre.
Mientras tanto, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha aprobado una resolución por la que propone que Naciones Unidas investigue la matanza ocurrida la semana pasada en la región siria de Hula e identifique a sus autores, de cara a la posible apertura de juicios penales.
El foro, formado por 47 países, ha celebrado este viernes una sesión de emergencia en Ginebra. La resolución presentada contó con el voto favorable de 41 de los países, mientras que otros tres -incluidos China y Rusia- votaron en contra. Otras dos representaciones se abstuvieron y una no estuvo presente en el pleno.
Así, el Gobierno ha celebrado actos de oración este viernes para recordar a las víctimas de la masacre. Al mismo tiempo, se han llevado a cabo manifestaciones contra Al Assad en distintos lugares del país.
El grupo miliciano Frente Al Nusra, que se ha atribuido la autoría de varios atentados con bomba perpetrados en las ciudades de Damasco y Alepo, ha animado a sus seguidores a vengar a las víctimas de Hula mediante el uso de la fuerza.
«Pedimos a los hijos del Frente y a los yihadistas de Siria que prendan fuego al enemigo», ha dicho en un comunicado publicado en Internet. «Los hijos del islam están esperando vuestra ira y vuestra respuesta a la masacre de Hula, habéis visto las imágenes de niños apuñalados y mujeres asesinadas», ha añadido.
«Órdenes directas»
Además, el Comité de la ONU contra la Tortura ha acusado a las fuerzas gubernamentales sirias y las milicias aliadas de haber torturado y mutilado a civiles, niños incluidos, siguiendo «órdenes directas» de las autoridades.
A través de un comunicado, el Comité ha condenado el «uso generalizado de la tortura y el trato cruel contra detenidos, personas sospechosas de haber participado en manifestaciones, periodistas, blogueros, desertores de las fuerzas de seguridad, personas heridas, mujeres y niños».
También, los diez expertos independientes del organismo han expresado su preocupación por las torturas, ejecuciones y secuestros que supuestamente han llevado a cabo los opositores armados que pretenden derrocar al presidente sirio, Bashar al Assad.
De esta manera, el mediador internacional, Kofi Annan, se ha mostrado «frustrado» por la persistencia de la violencia en Siria y ha reclamado avances «más rápidos» para poner fin a la crisis.
«Posiblemente esté más frustrado que la mayoría de ustedes porque yo estoy en medio de esto», ha declarado ante los periodistas tras entrevistarse en Beirut con el primer ministro libanés, Nayib Mikati.
Hombres armados leales a Al Assadmatan a tiros a 12 civiles
Mientras tanto, la violencia ha continuado en el país. Un grupo de hombres armados leales al presidente de Siria, Bashar al Assad, han matado a tiros a 12 civiles después de ordenarles que bajaran de un autobús en una localidad de la provincia de Homs, según han afirmado varios activistas opositores este viernes. Según los medios de comunicación estatales, estos crímenes han sido cometidos por «terroristas».
Así, en un vídeo difundido por activistas de la oposición se ven los cadáveres ensangrentados de al menos 10 hombres -dos de ellos con la parte superior del cráneo reventada- extendidos en el suelo. Las imágenes fueron grabadas en la localidad de Al Qusair, situada a unos 20 kilómetros de la ciudad de Homs y cerca de la frontera con Líbano.
Según lo que le ha contado un superviviente al activista Hamza al Buweida, los fallecidos volvían a sus casas tras finalizar su jornada de trabajo en una empresa de fertilizantes en Al Buweida al Sharqiya.
«Pararon, como de costumbre, en un puesto de control del Ejército sirio. Pero unos 300 metros más allá, cuatro ‘shabbiha'» (milicianos leales a Al Assad) «les obligaron a detener el coche», ha declarado a la agencia Reuters a través de Skype.
Además, ha añadido que «les quitaron su dinero y luego los mataron uno a uno disparándoles en la cabeza. En sus cuerpos se han encontrado más de 300 balas». La versión de los hechos contada por Al Buweida no puede ser confirmada porque el Gobierno tiene restringida la entrada de periodistas en Siria.
Pese a que el mes pasado entró en vigor el acuerdo de alto el fuego impulsado por el representante especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, y a la presencia de 300 observadores de Naciones Unidas, la violencia no remite. Esta semana han muerto cada día entre 50 y 100 personas, entre civiles, soldados y rebeldes, según activistas.
Por su parte, Najati Tayyara, un destacado activista de la oposición, ha denunciado que las fuerzas de Al Assad están intensificando sus ataques contra civiles suníes como parte de su estrategia para desencadenar una guerra civil.
«Estamos viendo cómo aumentan estas masacres allí donde hay ‘shabbiha’. Al régimen le viene bien una guerra civil porque sumiría a Siria en un conflicto que haría que a la comunidad internacional le resultase más difícil intervenir», ha dicho a Reuters desde Amán, la capital de Jordania.