El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha reiterado este domingo a la oposición su voluntad de mantener un diálogo para poner fin al conflicto en el país, que describió no como un enfrentamiento entre dos fuerzas políticas opuestas, sino como una guerra contra grupos terroristas financiados por países extranjeros para acabar con su Gobierno.
«Esto no es una crisis política», declaró Al Assad en su comparecencia ante el Parlamento sirio, la primera desde el 10 de enero, que ha abierto rindiendo tributo a «los mártires, civiles y militares, de una guerra procedente del exterior» en la que «cada vez son más los actos terroristas» que se están perpetrando.
«Es necesario separar el proceso político del terrorismo que es librado por extranjeros que vienen a inmiscuirse en nuestros asuntos», indicó el presidente sirio en su discurso, antes de ofrecer la posibilidad del diálogo a quienes «han rechazado apoyar a los enemigos exteriores».
«Estamos listos para el diálogo y las fuerzas de oposición también, si bien no lo han reconocido en público», declaró Al Assad en su invitación al consenso, que tendrá lugar sin represalias. «Os aseguro que el estado no se vengará», declaró Al Assad, quien se comprometió a «seguir luchando firmemente contra el terrorismo».
Al Assad señaló también que Siria afronta una «conspiración» internacional que se ha ido fraguando durante décadas.
Riesgo de guerra civil
La comparecencia de Al Assad llega después de que este sábado el enviado especial de la ONU y Liga Árabe, Kofi Annan, alertase del riesgo de una guerra civil sectaria en Siria, cuya crisis ha empezado a tener repercusiones en otros países.
A la falta de avances del plan de paz propuesto por Annan se unió esta semana la retirada de los embajadores sirios de los principales países occidentales, en respuesta a la reciente masacre de más de un centenar de personas en la zona de Hula, en el centro del país.
Respecto a este episodio de violencia, Al Asad criticó la «difamación a las Fuerzas Armadas» y dijo que sus enemigos «trabajan para crear una división sectaria y esta es su última carta porque ya han agotado todas sus opciones».
«Ahora no hay grises. Es el momento para clasificar a los ciudadanos como patriotas o no patriotas», remató Al Asad, que fue despedido por una gran ovación, similar a la que le dispensaron a su entrada los diputados, quienes interrumpieron la alocución con sus aplausos en más de una ocasión.
Condena de la masacre de Hula
El presidente sirio, Bashar al Assad, ha condenado este domingo la masacre perpetrada en Hula el pasado 25 de mayo que se cobró la vida de más de 100 personas, muchas de ellas niños, y aseguró que «ni siquiera los monstruos» serían capaces de una acción semejante.
«Si no sentimos el dolor que estruja nuestros corazones tras estas crueles escenas, especialmente en el caso de los niños, es que no somos seres humanos», declaró el presidente sirio en su primera comparecencia ante el Parlamento desde el pasado mes de enero. «Ni los monstruos perpetrarían un crimen así», aseguró.
Estrella Digital/Agencias