El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, apareció este sábado por primera vez ante los medios de comunicación desde que regresó el pasado 11 de mayo de Cuba tras culminar la radioterapia, animado y caminando sin dificultad, aunque ofreciendo una comparecencia breve y sin preguntas.
Un mes y medio después de encabezar su último acto público, el mandatario se dejó ver este sábado por la prensa con motivo de una reunión con el viceprimer ministro bielorruso, Vladimir Semashko, en el palacio presidencial de Miraflores.
Vestido informalmente con camiseta roja y jersey azul, Chávez caminó sin dificultados junto Semashko e hizo alarde de su buen humor al jugar, por ejemplo, con unos prismáticos cortesía de los visitantes fingiendo que divisaba las elecciones del próximo 7 de octubre y bromeando sobre lo cerca que veía a las periodistas presentes.
«Gracias por este obsequio, esto va a ser muy bueno para la campaña», bromeó el presidente mientras observaba a través de los binóculos.
La última vez que Chávez se presentó públicamente fue el pasado 13 de abril cuando conmemoró en el Balcón del Pueblo el fallido golpe de Estado que lo derrocó brevemente en abril de 2002 y cuando anunció que no iría a la IV Cumbre de las Américas en Colombia para seguir con su tratamiento de radioterapia en la Habana.
Desde su vuelta de la isla, solo se le había visto encabezando dos consejos de ministros, además oirle en algunas conexiones telefónicas con el canal del Estado.
Al evento público de este sábado, que el mismo personal de Miraflores reconocía que fue una decisión «de última hora», solo estuvieron presentes los medios del Estado y la prensa internacional quienes, finalmente, no tuvieron turno de pregunta ni pudieron acceder a la reunión, como venía siendo habitual.
De hecho, el acto empezó casi al mismo tiempo que el partido Uruguay-Venezuela de eliminatorias para el Mundial Brasil 2014, que los venezolanos esperaban con ansia.
«Marquen bien a Forlán», decía entre risas Chávez refiriéndose al delantero uruguayo Diego Forlán y tras preguntar en varias ocasiones si el combinado venezolano había metido ya algún gol.
Aunque la comparecencia presidencial fue de apenas media hora, salió al paso de algunas versiones sobre un supuesto empeoramiento de su salud.
Mientras algunos aseguran que el presidente tiene serias dificultades para caminar a causa de la radioterapia, e incluso usa silla de ruedas, periódicos como el ABC de Madrid señalan que el cáncer presidencial no deja de avanzar.
Según publicó ayer el rotativo español citando informes de inteligencia, Chávez estaría tomando un opiáceo que es «cien veces más fuerte que la morfina» para aliviar los fuertes dolores que le causa «el persistente avance del cáncer en los huesos».
Chávez no hizo alusiones a su estado de salud ni tampoco desveló todavía cuando formalizará su inscripción para los comicios de octubre, aunque ya ha dicho que lo hará en los próximos días antes de vencer el lapso el próximo 11.
El presidente, quien acumula 13 años en el poder y aspira a su tercera reelección consecutiva, espera derrotar el próximo 7 de octubre en las urnas al candidato único de la oposición, el gobernador del estado Miranda (centro), Henrique Capriles.
Chávez, de 57 años, regresó el pasado 11 de mayo a Venezuela tras concluir la última etapa de la radioterapia, tratamiento que le fue prescrito tras ser sometido en febrero pasado a un operación de un nuevo tumor canceroso, recurrencia del que lo llevó a pasar por el quirófano por primera vez el 20 de junio de 2011.
Estrella Digital/Efe