Miles de kilómetros e incontables elementos separan un extremo y otro de la Gran Muralla China. Según la primera medición científica y sistemática de la construcción, su longitud es de 21.196,18 kilómetros tras atravesar quince provincias, regiones autónomas y municipalidades. El estudio detectó también su deterioro, según ha informado el diario Nuevo Pekín.
La investigación duró cinco años y, según la Oficina Nacional de Reliquias Históricas, el monumento patrimonio de la Humanidad sufre la amenaza del deterioro natural y artificial, como el robo de piedras y ladrillos o los cultivos en lugares donde está muy erosionada.
El mayor recorrido de la Gran Muralla atraviesa zonas desérticas donde es muy difícil su protección y fenómenos naturales como terremotos, inundaciones, lluvia y viento afectan al monumento histórico, añadió la Oficina.
Estrella Digital/Efe