El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha declarado este jueves constitucional la parte central de la reforma sanitaria del presidente Barack Obama, que obliga a los estadounidenses a contratar un seguro médico.
La reforma obliga a los estadounidenses a contratar a partir de 2014 un seguro médico, algo que abarataría un sistema que no provee sanidad pública a todos sus ciudadanos pero cuyos hospitales están obligados a atender a todo el mundo aunque no dispongan de ningún tipo de cobertura.
El conocido como «mandato individual» de la ley corría el riesgo de quedar invalidado, empañar la esencia de la reforma de Obama y complicar su viabilidad.