Tres expertos de Derechos Humanos de la ONU han condenado este jueves la ejecución de cuatro miembros de la minoría árabe en Irán después de que fueran condenados en un juicio en el que se produjeron irregularidades y han pedido al Gobierno iraní que deje de utilizar la pena de muerte.
Abdul Rahman Heidarian, Abbas Heidarian, Taha Heidarian -los tres son hermanos- y Ali Sharif fueron arrestados en abril de 2011 y fueron condenados a pena de muerte por blasfemia y corrupción, según han informado los tres expertos. El pasado 19 de junio fueron ejecutados.
Los tres relatores de la ONU, Ahmed Shahid, Christof Heyns y Juan Méndez, han señalado que «dada la falta de transparencia en los procesos judiciales, existen grandes dudas sobre la imparcialidad de casos en los que se condena a muerte en Irán».
«Según el Derecho Internacional, la pena de muerte es la mayor condena, por lo que si se usa, debe ser en los casos más graves», han indicado. «Los acusados en casos de pena de muerte deben contar con todos los derechos», han señalado en un comunicado, ya que estos no se cumplen, se trata de una «ejecución arbitraria», según los expertos.
Los tres expertos han condenado además el gran número de ejecuciones públicas que se dan en Irán -25 en los que va de año-, que producen un «efecto deshumanizador de la víctima y un efecto brutal en los que lo presencian». En este año, se han producido en total 140 ejecuciones, aunque algunas fuentes elevan la cifra hasta las 220.
Los expertos han destacado que la mayoría se han producido por tráficos de drogas, cargos que no están incluidos «entre los más serios crímenes». El grupo ha instado a las autoridades iraníes a que «detengan inmediatamente la imposición de la pena de muerte para crímenes que no constituyen los más serios así como que respeten las garantías de un juicio justo».