Militares somalíes y kenianos han rescatado en Somalia a los cuatro cooperantes extranjeros que fueron secuestrados el pasado viernes por un grupo de hombres armados en un campamento de refugiados somalíes en Kenia, según han informado este lunes ambos ejércitos.
Los cuatro cooperantes, de nacionalidades noruega, canadiense, filipina y paquistaní, trabajan para el Consejo Noruego de Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés). Durante el secuestro, un conductor keniano murió al recibir un disparo.
El coronel somalí Abdullahi Moalim ha afirmado que varios soldados somalíes entraron en la región de Lower Juba, que hace frontera con Somalia, y dieron el alto este domingo a un vehículo que transportaba suministros para los atacantes. Los militares detuvieron a tres de los ocupantes, que los llevaron hasta los rehenes, los cuales se encontraban cerca de la frontera, entre las localidades de Diff y Dhobley.
«En una operación nocturna, nuestras fuerzas han rescatado a los cuatro cooperantes que fueron secuestrados en Kenia. (…) Su estado de salud es bueno y no están heridos», ha declarado Moalim a la agencia Reuters.
El coronel Cyrus Oguna, portavoz del Ejército de Kenia, ha explicado que ambas fuerzas militares iniciaron una operación conjunta tras recibir información sobre el paradero de los rehenes.
«Ahora mismo los tenemos con nosotros. Están recibiendo atención médica y están exhaustos», ha dicho a Reuters. Oguna ha añadido que «durante el rescate se produjo un tiroteo» y «un individuo armado murió y otros dos huyeron».
Los cooperantes fueron secuestrados el pasado viernes cuando se trasladaban en un convoy formado por dos vehículos desde el campamento de refugiados keniano de Dadaab, cerca de la frontera con Somalia, a otro asentamiento.
El campamento de refugiados de Dadaab, ubicado a unos cien kilómetros de la frontera con Somalia, se estableció en 1991 para albergar a los somalíes que huyen de la violencia en su país. Con el tiempo se ha convertido, con casi 500.000 habitantes, en el mayor complejo de acogida de refugiados del mundo.
Se trata del primer secuestro de extranjeros en Kenia desde que este país envió tropas a Somalia el pasado mes de octubre para combatir al grupo insurgente somalí Al Shabaab, días después del secuestro de dos trabajadoras españolas de Médicos Sin Fronteras (MSF) que permanecen todavía en poder de sus captores.
Desde octubre, los militares kenianos y somalíes han ido expulsando a los combatientes de Al Shabaab de varias localidades estratégicas, aunque éstos siguen controlando la ciudad costera de Kismayu.