La Casa Blanca ha atribuido parcialmente la dimisión del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, a la postura mantenida en el seno del Consejo de Seguridad por Rusia y China, que han vetado varias resoluciones críticas con el Gobierno de Bashar al Assad.
Así lo ha asegurado el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, durante unas declaraciones a la prensa a bordo del avión presidencial en las que también ha reprochado la falta de compromiso por el régimen sirio, que sigue «asesinando brutalmente» a la población.
«El presidente Al Assad, a pesar de su promesa de cumplir el plan de Kofi Annan, sigue asesinado brutalmente a su propio pueblo», ha lamentado.
Carney ha reiterado la postura de Washington en lo referente al futuro de Al Assad, que «debe irse». En este sentido, ha dicho que la introducción de más armamento al conflicto no ayudará a que se logre una transición pacífica, objetivo clave del plan de Annan.