Al menos 25 personas han muerto y 43 han resultado heridas en el motín que se declaró el pasado domingo en la cárcel Yare I, ubicada en el estado de Miranda, en el norte de Venezuela, según ha informado este lunes la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela.
En una rueda de prensa, Varela ha confirmado la muerte de 25 personas, 24 reos y un visitante. Del total, ya han sido identificadas 17. «Los demás se identificarán con dactiloscopia porque quedaron desfigurados por disparos en la cara», ha explicado.
Además, la titular de Servicios Penitenciarios ha indicado que un total de 43 personas han resultado heridas, entre ellas 29 reos y 14 familiares, aunque no ha dado a conocer el estado en el que se encuentran, de acuerdo con la cadena Globovisión.
Varela también ha informado de que, en estos momentos, unas 984 mujeres permanecen en Yare I. «Las hemos visto. Unas estaban en las azoteas, otras se han asomado a las ventanas y patios», ha dicho, sin aclarar qué hacen allí.
La ministra ha explicado que el motín se debe a un enfrentamiento entre bandas rivales. «Hubo un malentendido entre los líderes administrativos y los líderes de talleres. A uno se le escapó un tiro, que se convirtió en detonante de circunstancias mayores porque (los reos) creyeron que se había roto el diálogo y se impuso la violencia», ha relatado.
Varela ha anunciado que ya se ha puesto en marcha una investigación para determinar quiénes son los responsables de los hechos, ya que, según ha apuntado, las mafias carcelarias están compuestas por funcionarios militares y civiles, los reos y sus familiares. «Hay toda una cadena de corrupción», ha admitido.
Cárceles venezolanas
Los disturbios en Yare I se producen pocos días después de que la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) desvelara que en el primer semestre de este año 304 reos murieron en las cárceles del país caribeño, cifra que supone un incremento del 15 por ciento en relación al mismo período de 2011.
A mediados del año pasado, el Gobierno de Hugo Chávez ordenó un proceso de reestructuración del sistema penitenciario como respuesta a la crisis desatada en la cárcel de El Rodeo –situada a pocos kilómetros de Caracas– donde a mediados de 2011 murieron una veintena de reos en un motín que se prolongó casi un mes.
Una de las medidas fue la creación del Ministerio de Servicios Penitenciarios, cuya misión es poner fin a décadas de desidia y abandono de las prisiones venezolanas las cuales, según denuncian los reos, se han convertido en importantes enclaves de las mafias que supuestamente actúan en complicidad con los efectivos de seguridad.
Durante el primer año de funcionamiento del nuevo ministerio -creado en julio de 2011- murieron un total de 523 presos en diferentes hechos de violencia, según un balance divulgado a finales del mes pasado por la ONG Una Ventana a la Libertad.
La población penal de Venezuela es de unos 45.000 presos distribuidos en 33 recintos penitenciarios que en realidad tienen una capacidad global para unos 15.000 reos. Las ONG han insistido en que los problemas de violencia se derivan precisamente del hacinamiento y las condiciones tan precarias en las que viven los reclusos.
Estrella Digital/EP