Al menos 314 personas han muerto como causa de los dos incendios registrados el martes en fábricas de Lahore y Karachi, en Pakistán, en unos hechos que han vuelto a poner de manifiesto las escasas medidas de prevención y seguridad en la industria paquistaní.
El más grave de estos sucesos se produjo en una fábrica textil en Karachi (sur) y le costó la vida a 289 personas, según un balance actualizado difundido por el portavoz policial Fayyaz Leghari.
El superintendente Amir Farooqi, por su parte, ha cifrado en 35 el número de heridos y ha alertado de que la cifra de víctimas podría aumentar conforme se complete el registro de las instalaciones, ya que en ellas trabajaban unas 450 personas.
El fuego se produjo cuando muchos de los empleados de la factoría esperaban recibir su cheque salarial. «La gente comenzó a gritar para salvar la vida», ha explicado Mohamad Asif, de 20 años y que saltó desde el tercer piso para huir de las llamas.
Por ahora se desconocen las causas del siniestro si bien el ministro de Industria de la provincia de Sindh, Rauf Siddiqi, ha informado de que el propietario de la fábrica está siendo investigado por negligencia, según la cadena Geo TV.
«Hemos ordenado una investigación sobre cómo se originó el fuego y por qué no había salidas de emergencia adecuadas en la fábrica para que los trabajadores pudieran escapar», ha explicado Siddiqi, que ha pedido a las autoridades competentes la elaboración de un informe sobre lo ocurrido en un plazo de 24 horas.
Uno de los empleados, Mohamad Pervez, ha criticado que los dueños de la fábrica estuviesen «más preocupados en proteger el producto textil que a los trabajadores». Además, ha subrayado que «si no hubiese habido rejas en las ventanas muchas personas podrían haberse salvado».
Salidas de emergencia cerradas
En Lahore, 25 personas han perdido la vida por el incendio de una fábrica de zapatos. Los trabajadores atribuyen el origen de las llamas a un generador eléctrico.
El informe preliminar realizado por las autoridades atribuye gran parte de las muertes al cierre de las salidas de emergencia y a la falta de aplicación de las medidas de seguridad y laborales necesarias, según han revelado fuentes gubernamentales.
«Vimos a nuestros compañeros quemarse vivos, en llamas», ha recordado Shabdir Hussain desde una cama de hospital. «No pudimos hacer nada. Salvamos la vida saltando desde el tejado», ha lamentado.
Otro de los empleados, Liaqat Hussain, herido con quemaduras, ha dicho que «en cuestión de dos minutos el fuego se extendió a toda la fábrica» y ha reafirmado la primera versión dada por el Gobierno al decir que «la puerta estaba cerrada». Hussain ha criticado que «no había un acceso por el que salir», lo que dejo «atrapadas» a las personas que se encontraban en el interior de la fábrica.
Estrella Digital/EP