El Ejército de Nigeria aseguró este lunes haber matado a un alto oficial de los radicales islámicos de Boko Haram, y haber arrestado a otros dos cargos prominentes del grupo durante una operación en la ciudad septentrional nigeriana de Kano.
El portavoz de la Fuerza de Acción Conjunta del Ejército de Nigeria, Ikedichi Iweha, confirmó hoy a los periodistas que «un miembro de los terroristas murió y otros dos fueron arrestados».
«He oído mucho nombres distintos y no puedo confirmar la identidad de los arrestados», agregó Iweha, ante la especulación de la prensa de que uno de los arrestados fuera el portavoz del grupo.
No obstante, el militar aseguró que se están llevando a cabo investigaciones para dilucidar la identidad de los detenidos y que las conclusiones se harán públicas tan pronto se conozcan.
Un vecino del barrio de Hotoro, donde tuvo lugar la operación, señaló a Efe, bajo condición de anonimato, que hubo un intercambio de disparos que duró una hora entre los supuestos terroristas y los miembros de la Fuerza de Acción Conjunta.
La ciudad de Kano es uno de los bastiones de los fundamentalistas de Boko Haram, cuyo nombre significa en lenguas locales «la educación no islámica es pecado» y que luchan presuntamente por imponer la ley islámica en el país africano, de mayoría musulmana en el norte y preponderancia cristiana en el sur.
Desde 2009, cuando la Policía nigeriana acabó con el líder de Boko Haram, Mohammed Yusuf, los radicales han llevado a cabo una sangrienta campaña que ha acabado con unas 1.400 vidas, según los datos de la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch.
Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.