Al menos 30.000 personas han muerto en la revuelta en Siria contra el presidente Bashar al Assad, según el balance que ha ofrecido este miércoles el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que ha precisado que más de la mitad de las víctimas murieron en los últimos cinco meses.
El levantamiento contra Al Assad, que comenzó en marzo de 2011 como protestas pacíficas, ha degenerado en una guerra civil después de que los rebeldes tomaran las armas contra la violenta represión por parte de las fuerzas de seguridad.
Según el director del Observatorio, Rami Abdulrahman, 30.716 personas han muerto. La mayoría de ellas –al menos 21.534– eran civiles, si bien este grupo con sede en Londres y con activistas en todo el país no diferencia entre habitantes desarmados y los que se han unido a los rebeldes.
De acuerdo con el Observatorio, afín a la oposición, 7.322 soldados que lucha por Al Assad han muerto, mientras que al menos 1.860 soldados desertores han muerto luchando por la oposición.
«Analizando nuestras cifras, hemos detectado que el balance ha ido en aumento. Entre el 50 y el 60 por ciento de los muertos han fallecido en los últimos cinco meses», ha subrayado Abdulrahman.
Las autoridades sirias han dicho en el pasado que más de 2.600 miembros de las fuerzas de seguridad han muerto, pero no ha dado cifras de víctimas desde hace meses.