El Parlamento turco ha autorizado este jueves las operaciones militares en el exterior del país «si el Gobierno lo cree necesario». Ya durante la madrugada del jueves, Turquía lanzó nuevos ataques contra territorio sirio como respuesta por el obús que causó 5 muertos. Por su parte, Siria ha pedido perdón a Turquía a través de la ONU por el ataque. El gobierno de Al Assad ha asegurado que «no volverá a ocurrir».
El Parlamento de Turquía ha aprobado una ley que autoriza a las Fuerzas Armadas a realizar operaciones militares fuera de las fronteras del Estado si el Gobierno «lo estima necesario». Dicha autorización se ha producido horas después de que un obús lanzado desde Siria impactara en la localidad turca de Akçakale y matara a cinco personas.
Tras la votación, el viceprimer ministro turco, Besir Atalay, ha asegurado ante los periodistas que la prioridad del Gobierno es actuar en coordinación con las instituciones internacionales y ha advertido de que, de momento, Turquía se ha limitado a ejercer su derecho a responder a un ataque y que la aprobación parlamentaria de las intervenciones en el extranjero «no supone la guerra».
Estas declaraciones no han servido para tranquilizar a los manifestantes que este mismo jueves se han concentrado cerca del Parlamento turco mientras en el interior se decidía autorizar o no los ataques. Alrededor de 30 personas gritaron lemas como «¡El pueblo sirio es nuestro hermano!» o «¡No queremos guerra!». La Policía ha disparado gases lacrimógenos para dispersar a los participantes de la protesta.
Por su parte, Siria se ha disculpado con el Gobierno turco por mediación de la ONU, y ha asegurado que «no volverá a ocurrir». Así lo ha explicado el viceprimer ministro de Turquía, Besir Atalaym, quien ha considerado que el mensaje enviado por el régimen de Al Assad «es bueno».
Las Fuerzas Armadas de Turquía respondieron tras sufrir la ofensiva siria con varios ataques contra el país vecino. En concreto, contra una base militar de la ciudad fronteriza de Tel Abyad de la que había procedido el obús.
El primer ataque tuvo lugar a última hora de la tarde del miércoles. Durante la madrugada se produjeron varios más, que causaron la muerte de varios soldados del Ejército sirio.
La UE pide contención a las partes del conflicto
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, ha condenado «con firmeza» el bombardeo y ha reclamado «contención a todas las partes».
«He estado en contacto con el ministro de Asuntos Exteriores turco, Ahmed Davotoglu, para expresar nuestra solidaridad y condolencias a las familias de las víctimas y al pueblo turco», ha informado la jefa de la diplomacia europea en un comunicado. «Los incidentes de ayer ilustran claramente los efectos trágicos del contagio de la crisis siria en los países vecinos», ha advertido en la nota.
Ashton ha reiterado el llamamiento de la UE a las autoridades sirias para que «pongan fin de inmediato a la violencia y respeten plenamente la integridad territorial y la soberanía de todos los países vecinos» y ha reclamado también «contención de todas las partes». «Tales violaciones de la soberanía turca no pueden ser toleradas», ha advertido Ashton, que ha dejado claro que la UE seguirá «vigilando la situación de forma extremadamente estrecha».
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, se ha declarado «alarmado» por la «escalada de tensiones» entre Siria y Turquía en la zona fronteriza. En un comunicado, el portavoz de Ban ha explicado que el enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, ha estado en comunicación con las autoridades de Turquía y Siria para emplazarles a calmar las tensiones.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha instado al Gobierno sirio este jueves a afirmar públicamente que el ataque con mortero del que fue objeto Turquía el miércoles fue un accidente y que no se repetirá. Asimismo, ha pedido que se actúe con moderación ante el ataque.
«A través de nuestro embajador en Siria, hemos hablado con las autoridades sirias, que nos han asegurado (…) que lo que ocurrió en la frontera con Turquía fue un trágico accidente y que no volverá a suceder», ha explicado Lavrov durante una visita a Islamabad.
También el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, se ha pronunciado al respecto. A su juicio, la respuesta militar de Turquía al ataque sirio es «comprensible», pero ha pedido que se evite la «escalada» de este incidente.
Según Hague, el Gobierno sirio debe garantizar «que no habrá una repetición de ningún incidente de este tipo, ya que se deben evitar las tensiones en las regiones fronterizas con Turquía o cualquier otro país vecino».
En el mismo sentido se ha expresado el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación español, José Manuel García-Margallo, quien ha condenado este jueves «la agresión siria» contra territorio turco y ha recordado que Turquía es «miembro de la Alianza Atlántica, como nosotros».
«La comunidad internacional tiene que abordar de una vez la situación siria para acabar con las matanzas, para dar ayuda humanitaria a los desplazados del país, a los desplazados de Jordania, Turquía y Líbano, y abrir una transición política que devuelva al pueblo sirio el destino de su futuro», concluyó.
Rusia bloquea una declaración de la ONU que condenaba el ataque sirio
Rusia ha impedido este jueves la aprobación de un proyecto de declaración en el Consejo de Seguridad de la ONU que condenaba el ataque. El borrador original condenaba «de la manera más enérgica», el bombardeo de una localidad turca por parte del Ejército sirio y reclamaba que se dejase de violar la integridad territorial de Turquía.
Sin embargo, Rusia ha propuesto eliminar la frase: «Estas violaciones del Derecho Internacional constituyen una seria amenaza a la paz y la seguridad internacionales», y ha propuesto un texto menos duro que pide «moderación» en la frontera sin denunciar el incumplimiento de las leyes internacionales.
En el texto, que aunque se aprobase no sería vinculante, también se pide a Siria y a Turquía que «reduzcan la tensión y emprendan el camino hacia la resolución pacífica de la crisis siria». El proyecto de declaración de Rusia mantiene algunas frases que aparecían en el texto que había propuesto Azerbaiyán e insta al Gobierno sirio a investigar la agresión.
Varios diplomáticos del Consejo han dicho que seguirán negociando sobre el contenido de la declaración. La embajadora de Estados Unidos, Susa Rice, ha declarado a los medios de comunicación: «Vamos a trabajar en ello».
La intención de aprobar una declaración sobre el ataque se debe a la solicitud expresada por Turquía, que reclamó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que llevase a cabo las «acciones necesarias» para responder a este «acto de agresión de Siria contra Turquía», el cual, según el embajador turco en la ONU, Ertugrul Apakan, «constituye una flagrante violación del Derecho Internacional, así como una amenaza a la paz y a la seguridad internacionales».
Entretanto, la situación interna en Siria sigue siendo muy inestable. Este jueves han muerto al menos 21 miembros de la Guardia Republicana como consecuencia de una emboscada de los rebeldes sirios contra un autobús del Ejército en Qudsayya, un suburbio del noroeste de Damasco en el que las fuerzas de Al Assad habían intensificado sus operaciones, llegando a bloquear las carreteras de la zona.