El atentado suicida perpetrado este viernes junto a una mezquita de la provincia afgana de Faryab, en el norte, ha causado al menos 40 muertos, según nuevos balances procedentes de diversas fuentes policiales. Por su parte, los talibán han asegurado que están tratando de determinar la autoría del ataque. El jefe regional de Policía, general Abdul Jaliq Aqsai, ha informado a la agencia Reuters de un balance de 40 muertos y 40 heridos.
Por su parte, el vicegobernador provincial, Abdul Satar Bariz, ha declarado a la agencia estatal china, Xinhua, que el atentado ha causado al menos 41 muertos –incluidos 23 agentes de Policía– y 34 heridos, entre los cuales figuraría precisamente el propio general Jaliq Aqsai. Este balance, según Bariz, puede aumentar debido a que muchos de los heridos están muy graves.
Poco antes, un alto mando policial, el comandante Mohamad Naeem, informó a la agencia afgana Pajhwok de un balance de 36 muertos, entre los cuales figuraban 19 agentes de Policía, tres soldados y catorce civiles, incluidos dos niños de nueve y doce años.
El general Abdul Jaliq Aqsai ha atribuido el atentado a los milicianos talibán, pero un portavoz de esta milicia islamista ha asegurado a Reuters que su grupo ha abierto una investigación para determinar quién ha sido el responsable.
EL ATENTADO
El autor del atentado, vestido con uniforme del Ejército, hizo detonar su cinturón con explosivos junto a los fieles que salían de la mezquita al término de la oración del Eid al Adha (fiesta del Sacrificio).
El terrorista, precisó el comandante Naeem, hizo detonar los explosivos rodeado de miembros de las fuerzas de seguridad en el momento en que el general Abdul Jaliq Aqsai y otros responsables de seguridad salían de la mezquita.
«Tan pronto como el jefe de la Policía subió a su vehículo, el terrorista hizo detonar los explosivos», declaró a Reuters el portavoz policial. «Da la impresión de que el objetivo eran los miembros de las fuerzas de seguridad», agregó Ahmadzai.