Mientras para algunas mujeres un orgasmo es algo placentero, para Gretchen Molanne convirtió su vida en una tortura y acabó suicidándose. Esta mujer de Florida sufría una trastorno que le provocaba una excitación continua que hacía que estuviera masturbándose continuamente y podía llegar a tener 50 orgasmos diarios.
Sus familiares relataban la tortura a la que estaba sometida Molanne, «ya no soportaba más no poder llevar una vida normal». Este problema sólo lo sufren 100 mujeres en el mundo, muchas de ellas en silencio.
La mujer no pudo soportar más la enfermedad y apareció muerta la pasada semana, las autoridades apuntan a un suicidio pero aún no está confirmado. Molanne ya confesó que en varias ocasiones había intentado acabar con su vida, «no quiero hacerlo, quiero disfrutar de la vida, pero esto me destruye».
Gretchen era traductora y tuvo que dejar su trabajo a causa de la enfermedad, tampoco podía mantener una relación con un hombre por que aseguraba que ellos no lo entendían, «los hombres no lo entienden, piensan que estoy caliente».
El trágico final de Gretchen ha conmovido a la ciudadanía y se pide que se investigue una solución para paliar este trastorno.
Itziar de la Fuente