El fiscal del caso contra el exprimer ministro Silvio Berlusconi por un presunto delito de prostitución de menores relacionado con la joven Karima el Marough ‘Ruby’, Antonio Sangermano, ha acusado este lunes a ‘Il Cavaliere’ de mantener un «verdadero sistema de prostitución» en su villa de Arcore, cerca de Milán, ha informado el diario ‘La Repubblica’ en su edición digital.
Sangermano ha realizado esta acusación en su intervención ante el tribunal de Milán que juzga el caso contra el ex primer ministro. El fiscal ha subrayado que Ruby, que en la fecha de los hechos era menor de edad, formaba «parte integrante» de ese sistema de prostitución
El fiscal ha asegurado que puede demostrar el vínculo entre la red de prostitución de la mansión de Arcore y lo que sucedió en una comisaría de Milán el 27 de mayo de 2010, cuando ‘Ruby’ fue detenida y posteriormente liberada tras una llamada de Berlusconi.
Sangermano ha contrapuesto la firmeza de los testimonios de los testigos que han reconocido «honestamente» la existencia de la red de prostitución en la villa de Arcore con las declaraciones «balbuceantes» de aquellos que han intentado negarla.
Entre los testimonios más importantes, ha subrayado el de Melania Tumini, una de las jóvenes que fue a la mansión de Arcore y que ha explicado que las mujeres se descubrían los pechos y mantenían relaciones sexuales en la residencia de Berlusconi. «Tumini desmiente de manera dramática e insuperable los otros testimonios», ha afirmado el fiscal. «Al final, acepta de Berlusconi un disco de Apicella y 2.000 euros», ha asegurado.
Sangermano ha relatado que las fiestas en la villa de Arcore tenían tres fases: la cena, con los primeros «contactos» sexuales con las jóvenes, el «bunga bunga», que «no es una invención sino que fue llamado así por las jóvenes» y que comprende actos sexuales más explícitos, y una última fase con Berlusconi y algunas jóvenes en su dormitorio.
Las jóvenes, siempre según el relato del fiscal, tenían «ansias» por quedarse a dormir con ‘Il cavaliere’, por lo que se generaba una especie de «competición» entre ellas por compartir cama con Berlusconi.
En cuanto al papel de ‘Ruby’, el fiscal ha dicho que era «parte integrante» del sistema de prostitución y que, de hecho, ganaba más dinero que otras jóvenes que se acostaban con Berlusconi con frecuencia.
«No estamos frente a una prostitución de calle sino frente a un sistema más sofisticado pero menos lesivo a la dignidad de las mujeres, por medio de la comercialización del cuerpo», ha subrayado el fiscal Sangermano.