Las chinas se vuelven locas por coger sitio en los transportes públicos y en un país tan masificado como el asiático tiene que ser todo un reto. Pero los chinos respetan el sitio para las mujeres que se encuentran en estado y de eso se aprovechan algunas de ellas.
Lo último son las barrigas postizas de embarazada. Se venden a través de internet y las hay de diferentes tamaños y de silicona, los precios oscilan entre los 300 y 700 yuanes (40 y 90 euros). Al parecer está siendo toda una revolución en el país y las ventas cada vez crecen más.
Los eslogan para la venta de las barrigas falsas dejan clara la intención de sus compradores «ya no necesitará hacer cola y cada día en el autobús podrá tener asiento». En un principio, las barrigas se comercializaban para disfraces o como protector de las embarazadas reales, pero el uso que le dan actualmente es muy diferente.
El problema es que algunos de los pasajeros del metro o el autobús se han dado cuenta de que las presuntas embarazadas llevaban barrigas postizas ya que se movían demasiado y han hecho el ridículo y enfadado al resto de clientes de los transportes públicos.