Una gaviota ha acaparado este miércoles todas las miradas al posarse, hacia las 17.40 horas y durante media, sobre la chimenea de la Capilla Sixtina que expulsa la fumata –hasta el momento dos negras– y que indica el resultado de los escrutinios de los 115 cardenales que eligen al nuevo Papa.
Precisamente, hacia las 17.30 horas se esperaba una posible fumata blanca, que finalmente no ha aparecido en el cielo. De este modo, el animal ha tenido a bien posarse sobre la chimenea cuyas fumatas se realizan gracias a un dispositivo electrónico de la estufa moderna, que se introduce y permite que el humo dure unos siete minutos. Este aparato se utiliza además de la estufa tradicional, donde se queman las papeletas de las votaciones desde 2005.
Así, para conseguir el color negro de la ‘fumata’, la composición química de los fumógenos es perclorato de potasio, antraceno y azufre y para la blanca se usa clorato de potasio, lactosa y colofonia. La colofonia, llamada también «pez de Castilla», es una resina natural de color ámbar obtenida de las coníferas. Antes, para producir el color negro se usaba el nerohumo o la brea, y para el blanco, paja mojada.
Las chimeneas de la estufa y del aparato auxiliar se unen en un único conducto que desde el interior de la Capilla Sixtina desemboca cerca de la cumbrera de la cobertura del edificio. Para mejorar el tiro, las chimeneas se calientan con una resistencia eléctrica. Además tienen un ventilador de reserva.