Malala Yousufzai, la activista paquistaní de 15 años a la que los talibán trataron de asesinar, ha acudido este martes por primera vez al colegio en Reino Unido, donde ha sido tratada por las heridas causadas por el grupo extremista.
Malala resultó herida el 9 de octubre de 2012 en la cabeza en el ataque contra el vehículo en el que regresaba a su casa de la escuela en Mingora, principal ciudad el valle del Swat, en el noroeste de Pakistán. Una de las balas le entró por encima del ojo izquierdo y le alcanzó la mandíbula, rozando su cerebro.
Malala ha descrito este día como «el más importante de su vida. «Creo que es el momento más feliz, estoy volviendo al colegio, es lo que había soñado, que todos los niños sean capaces de acudir al colegio como parte de sus derechos fundamentales», ha declarado.
Tras tratarse en el Hospital de Birmingham Queen Elizabeth, la activista paquistaní acude a la escuela femenina de Edgbaston. «Estoy orgullosa de llevar el uniforme porque indica que soy estudiante y que estoy viviendo mi vida y aprendiendo», ha comentado.
Malala ha mostrado su deseo de aprender más sobre política y derecho. En declaraciones a la cadena BBC, la directora de la institución, Ruth Weekes, ha comentado que la menor necesita una vida normal y el apoyo de otras niñas.
La activista vive en Reino Unido desde que su padre, Ziauddin Yousafzai, fue nombrado agregado cultural en el Consulado paquistaní en Birmingham. Malala fue trasladada a Reino Unido para recibir tratamiento especializado tras el ataque.