El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dedicado su discurso semanal a recordar a las víctimas del atentado de Boston, en un comentario en el que aplaudió la valentía de quienes acudieron a auxiliar inmediatamente a los afectados y aseguró que los estadounidenses, a pesar del ataque, «se niegan a que les aterroricen». «Si alguien quería saber quiénes somos, lo que es América y cómo respondemos ante el mal y el terrorismo, ahí lo tiene: de manera desinteresada, con compasión, y sin miedo», declaró Obama. «En los días posteriores, el mundo ha sido testigo de una verdad segura e inalterable: los americanos se niegan a que les aterroricen».
Obama, quien aseguró que la nación «permanecerá vigilante en los próximos días», tuvo palabras para los «valientes» efectivos de emergencia que acudieron en primer lugar a la escena del atentado, así como a los voluntarios, espectadores «y corredores agotados» que se aproximaron a ayudar. «Entre ellos se encontraban soldados y veteranos que jamás se imaginaron ver semejantes escenas en sus calles», declaró.
Asimismo, el presidente de Estados Unidos recordó a enfermeras y doctores que atendieron durante toda la noche a los heridos, y en general a la gente «de gran corazón» de Boston que «llevaron a las víctimas en sus brazos, aportaron agua y mantas, hicieron cola para donar sangre y abrieron sus casas a completos extraños».
Por último, el presidente aplaudió la labor de las fuerzas de seguridad y lamentó «los sacrificios en nombre del deber», en una referencia al agente Sean Collier, muerto en el Instituto Tecnológico de Masachussetts durante un tiroteo con los sospechosos del atentado.
«Al final, eso es lo que recordaremos de esta semana. Esto es lo que quedará. Historias de heroísmo y bondad, resolución y constancia, generosidad y amor», concluyó el presidente. «Nuestra fe en nosotros mismos, nuestro amor por este país, el credo común que atraviesa cualquier diferencia superficial que podamos tener, eso es lo que nos hace fuertes. Por eso resistiremos».