El presidente estadounidense, Barack Obama, está dispuesto a analizar una propuesta de congresistas republicanos para ampliar por seis semanas el límite de endeudamiento público, pero insiste en que también debe acabar una parálisis parcial del Gobierno que ya dura 10 días, según ha señalado este jueves un funcionario de la Casa Blanca.
La Casa Blanca no ha rechazado inmediatamente, pero ha reaccionado con cautela, al plan que el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, ha presentado a miembros de su partido antes de una reunión que tendrán en la jornada con Obama.
El funcionario, que ha hablado bajo condición de anonimato, ha insistido en que Obama no se avendrá a negociar el límite de deuda, uno de los objetivos fundamentales de los conservadores republicanos de la Cámara.
«Si bien estamos dispuestos a considerar cualquier propuesta que permita que el Congreso avance para terminar con esta crisis provocada, no permitiremos que un sector de los republicanos de la Cámara mantenga de rehén a la economía por sus demandas políticas extremas y extrañas», ha aseverado.
Al mismo tiempo, republicanos de la Cámara de Representantes han expresado su preocupación de que Obama se niegue a negociar temas fiscales, incluso si aprueban sin condiciones una extensión de seis semanas en el límite de endeudamiento.
«Hay mucha preocupación por parte de los miembros de todas las partes» sobre la nueva propuesta para incrementar por un breve plazo el límite de endeudamiento», ha reconocido un asesor de los republicanos.