El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha indicado este jueves que «no hay ganadores ni perdedores» tras la aprobación de la apertura del Gobierno y el aumento del techo de deuda, pero ha pedido consenso a las fuerzas políticas debido a que «el pueblo estadounidense está harto de Washington».
Sin embargo, el mandatario ha destacado que «el crédito y la fe en Estados Unidos» no se ha perdido en la esfera internacional a pesar del «espectáculo» ofrecido por el Congreso al mantener cerrado el Ejecutivo durante 16 días.
«Tenemos que hacer mucho trabajo por el pueblo estadounidense y parte de ese trabajo incluye volver a que crean en nosotros», ha destacado.
Obama ha pedido evitar hacer caso a comentaristas políticos y ha evitar el «ruido de fuera» que afecta a «cómo ven los congresistas el trabajo diario». «Eso no significa que no podamos progresar (…) Si estamos de acuerdo, podemos avanzar», ha apostillado.
«Demasiadas crisis fiscales»
«No podemos dejar de ponernos de acuerdo en cuestiones que aceptamos todos sólo porque es malo para los intereses de cada partido», ha solicitado Obama, que ha indicado que Estados Unidos ha pasado por «demasiadas crisis fiscales».
«Los desacuerdos no deben significar un mal funcionamiento. Las esperanzas y sueños de los estadounidenses son lo que importa, no nosotros mismos», ha asegurado Obama, que ha mandado un mensaje a los trabajadores federales que no han podido estar en sus puestos de trabajo –ni cobrar– durante estas dos semanas. «Gracias por su servicio. Bienvenidos», ha comentado.
Obama además ha pedido a los congresistas que se pongan a trabajar para conseguir aprobar el presupuesto y un acuerdo de cara al mes de febrero, cuando se acaba el nuevo plazo del techo de deuda. «Ambas partes debemos ver cómo hacemos un presupuesto equilibrado», ha comentado.
«La ley aprobada ayer obliga a hacer un presupuesto de forma conjunta», ha indicado el mandatario en relación a la creación de una comisión en la que participan ambos partidos para fijar unas cuentas conjuntas. «Debemos evitar que las partes busquen conseguir unas cuentas ideologizadas», ha indicado Obama, en referencia a la creación de una comisión.
Por otro lado, Obama ha abogado además por aprobar la reforma migratoria, que prevé un aumento «histórico» de la seguridad en la frontera y la legalización de unos 11 millones de personas que se encuentran en el país de forma irregular. El mandatario ha pedido a la Cámara de Representantes que aprueben la norma, como ya lo hizo el Senado, o a presentar las enmiendas que consideren para mejorarla.