El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha roto este sábado su silencio sobre el conflicto de Crimea al obtener del Parlamento ruso el permiso para intervenir militarmente en Ucrania, una opción cuyo uso no contempla de manera inmediata, pero que de todos modos ha puesto en estado de alerta al Gobierno ucraniano, a la Unión Europea, a la OTAN y a Naciones Unidas.
En menos de doce horas, Putin ha obtenido las competencias para ordenar la invasión militar de Ucrania tras una petición inicial formulada esta mañana por las autoridades prorrusas de Crimea, trasladada inmediatamente a la cámara baja del Parlamento ruso, la Duma, que ha pedido a Putin medidas inmediatas para estabilizar la situación en la península.
Durante el proceso de aprobación, la Flota del Mar Negro rusa, apostada en el puerto crimeo de Sebastopol, ha anunciado un acuerdo con el gobierno local de Crimea para que sus militares puedan proteger en tierra las instalaciones de la base militar que Rusia tiene allí alquilada hasta 2042.
Siguiendo el trámite parlamentario, Putin ha presentado a continuación su solicitud de intervención ante el Senado ruso, el Consejo de la Federación. «En relación a la extraordinaria situación, a la amenaza a las vidas de los ciudadanos de la Federación Rusa, nuestros compatriotas, y el personal de las Fuerzas Armadas en territorio ucraniano envío una proposición para emplear a las fuerzas de la Federación Rusa en el territorio de Ucrania hasta que se normalice la situación sociopolítica en el país», reza el texto completo.
El Consejo, finalmente, ha aprobado la propuesta por unanimidad, por 187 votos a favor por cero en contra, y ha recomendado a su vez al presidente que contemple la posibilidad de llamar a consultas al embajador ruso en Washington, Sergei Kisliak, en señal de protesta contra Estados Unidos. Primero, por los comentarios formulados ayer por el presidente Barack Obama, en los que advertía a Rusia de que actuara con cautela y, sobre todo, por las declaraciones más contundentes vertidas por la embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, Samantha Power, que directamente recomendaba a Rusia que se abstuviera de intervenir militarmente.
Putin actúa
Después de que el pasado viernes el depuesto presidente Viktor Yanukovich se manifestara sorprendido por la falta de participación de Putin en el conflicto –«conociendo su carácter, me sorprende que no haya dicho nada», indicó el exmandatario–, el presidente ruso ha decidido dar un paso al frente con la opción militar desoyendo las diferentes recomendaciones formuladas por EEUU y, a lo largo del día de hoy, por Francia, Reino Unido y Alemania. Todas ellas han llamado, sin excepción, a la calma y al esfuerzo por mantener la integridad territorial de Ucrania.
Putin aún no ha tomado la decisión
El Kremlin ha matizado que el presidente Vladimir Putin no ha tomado aún la decisión de enviar tropas rusas a Ucrania ni de retirar a su embajador en Washington, aunque ambas medidas han recibido este sábado el visto bueno del Parlamento ruso.
«Tras la decisión del Consejo Federal (la Cámara Alta del Parlamento), el presidente ha recibido todo el arsenal de posibles medidas para resolver la situación en términos de utilizar la fuerza (militar) y en términos de tomar la decisión sobre el jefe de nuestra misión diplomática en Estados Unidos», ha explicado un portavoz de la Presidencia, Dimitri Peskov.
«Al mismo tiempo, es necesario subrayar que el presidente aún no ha tomado ninguna de estas decisiones. Estas decisiones aún no han sido tomadas», ha insistido Peskov.
Ucrania incrementa el estado de alerta
El propio Gobierno ucraniano asegura que tampoco ha tenido éxito a la hora de abrir una vía de diálogo con las autoridades rusas. «Estamos muy preocupados por la negativa de Rusia a participar en estas conversaciones«, declaró a Interfax el ministro ucraniano de Exteriores, Andrij Deshchitsya.
A la espera de los resultados de la reunión de emergencia ordenada por Oleksander Turchinov, presidente ucraniano en funciones, quien ha hecho el primer llmamiento a la «movilización general» ha sido el líder de la opositora Alianza Democrática Ucraniana para la Reforma (UDAR), Vitali Klitschko, en respuesta a la iniciativa de Putin.
«El Parlamento debe pedir al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas la declaración de la movilización general tras el inicio de la agresión rusa contra Ucrania», ha informado UDAR en un comunicado oficial recogido por el diario francés 'Le Figaro'.
Para el ministro de Defensa de Ucrania, Ihor Teniuj, «estas acciones ilegales de la Federación Rusa suponen una violación de los términos del Memorándum de Garantías de Seguridad (Memorándum de Budapest). Por consiguiente, las unidades militares de Ucrania destinadas en Crimea han incrementado su disposición y están listas para la defensa», ha afirmado , según recoge la agencia de noticias ucraniana Ukrinform.
El Memorándum de Budapest, suscrito en 1994 por Rusia, Estados Unidos y Reino Unido, compromete a estos tres países a respetar la integridad territorial y soberanía de Ucrania y a no emplear la coerción económica ni amenazar con el uso de la fuerza al país.
En concreto, Teniuj denuncia un incremento de las fuerzas rusas en la república autónoma de Crimea con el envío durante la noche de ocho aviones IL-76, una decena de helicópteros Mi-8 y Mi-24 sin informar ni solicitar permiso, lo que «supone una violación del espacio aéreo de Ucrania».
En respuesta, Teniuj se ha puesto en contacto con sus contrapartes rusas para denunciar la situación y pedir que se impida una violación del espacio aéreo ucraniano, ha explicado el propio ministro en unas declaraciones realizadas durante un Consejo de Ministros. Además, Teniuj ha indicado que Rusia cuenta ya con unos 6.000 militares en la región y una treintena de vehículos blindados BTR-80 han sido desplegados en Crimea.