La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) ha informado este sábado de que la fuga de agua radiactiva el pasado mes de agosto en uno de los tanques de la planta nuclear de Daiichi, en Fukushima, tiene un nivel de contaminación más alto del que anunció en un principio.
TEPCO ha precisado que después de recalcular el nivel de radiación, la fuga de agua contiene 280 millones de bequerelios por litro, que emiten de sustancias radiactivas que emiten rayos beta, incluido el estroncio, en vez de los 80 millones de bequerelios iniciales.
Se estima que la fuga de agua alcanzó las 300 toneladas, que tendría tres veces más de radiactividad que lo estimado, de la que parte habría llegado al Oceano Pacíficom según ha informado la agencia de noticias japonesa Kyodo.
La Autoridad de Regulación Nuclear ha situado la gravedad de este incidente en el nivel tres, dentro de la escala internacional de ocho puntos.
Los problemas en la central nuclear de Fukushima-1 se deben al terremoto y el tsunami que el 11 de marzo de 2011 arrasaron la costa de la prefectura japonesa, dando lugar al peor accidente nuclear de la historia, junto al de la central de Chernóbil, en Ucrania.
Fukushima-1 estaba preparada para un terremoto, ya que Japón se asienta sobre una falla, pero no para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.