El Kremlin ha hecho responsables este sábado a las autoridades ucranianas y a Occidente de la ola de violencia de las últimas horas en la ciudad de Odesa, donde 31 personas han muerto quemadas vivas en el incendio provocado de un edificio sindical.
«Las autoridades de Kiev no solo son responsables directas, sino cómplices de estas actividades criminales. Están hasta los codos de sangre», declaró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
«La tragedia de Odesa ha sido producto de «la connivencia de aquellos que se consideran la autoridad de Kiev, quienes han permitido que los extremistas y los radicales hayan quemado viva a gente, hay que subrayar, que estaba desarmada», hizo saber a través de un comunicado recogido por Russia Today.
Además de los muertos, 50 personas han precisado ser atendidas por los servicios sanitarios, de las cuales diez eran miembros de las fuerzas de seguridad, según un comunicado del Ministerio.
Los disturbios comenzaron este viernes cuando cientos de prorrusos reventaron una concentración de partidarios del nuevo Gobierno ucraniano. La Policía ha confirmado el fallecimiento de cuatro personas en estos choques, por lo que la jornada se ha saldado en Odesa con al menos 35 fallecidos.
Más de 130 personas han sido detenidas como consecuencia de los enfrentamientos.