El ministro de Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, habría declarado en una supuesta conversación filtrada que su relación con Estados Unidos, de gran importancia estratégica para Washington por su proximidad con Rusia y Ucrania, en realidad «no vale nada» por mucho que un grupo de «pardillos» crea que es «fantástica» cuando en realidad Polonia le ha hecho una «mamada» a Estados Unidos.
Sikorski habría hecho estos comentarios al exministro de Finanzas, ahora diputado, Jacek Rostowski en una conversación grabada en secreto y recogida por el magacín polaco 'Wprost', que ha publicado varios extractos en su página web antes de colgar mañana la grabación –de la que se desconoce su responsable– en su integridad.
«El problema de Polonia», asegura Sikorski, «es que tenemos un orgullo muy superficial y baja autoestima«. «La alianza entre Estados Unidos y Polonia no vale nada».
«Es directamente dañina, porque crea una falsa sensación de seguridad. Es una mierda. A pesar de que en realidad vamos al conflicto con los alemanes y rusos, seguiremos creyendo que todo va de maravilla porque le hemos hecho una mamada a Estados Unidos. Somos unos pardillos, unos completos pardillos», habría lamentado.
En términos generales, Sikorski califica la actitud de Varsovia hacia Estados Unidos con la palabra «murzynskosc», derivada de «murzyn»: un esclavo negro que trabaja para otra persona.
El ministro ha salido al paso de estas declaraciones en su cuenta de Twitter para desmentir completamente su autenticidad, mientras fuentes oficiales han declarado que se abstendrán de hacer declaraciones hasta que el magacín publique la grabación en su integridad.
Conversaciones comprometedoras
La conversación de Sikorski forma parte de un grupo de grabaciones filtradas por el magacín, y que han escandalizado a la sociedad polaca.
Sin ir más lejos, el fiscal general de Polonia, Andrzej Seremet, ha asegurado este sábado que está dispuesto a dimitir después de que las autoridades realizasen una redada en las oficinas del magacín tras publicar conversación comprometida entre el ministro del Interior, Bartlomiej Sienkiewicz, y el gobernador del Banco Central polaco, Marek Belk.
La medida ha generado numerosas críticas por parte de los medios de comunicación y los partidos de la oposición, que consideran que la libertad de expresión del país ha sido puesta en peligro, por lo que han pedido la dimisión de Seremet.