Las autoridades mexicanas han interceptado en lo que va de año a más de 9.000 niños inmigrantes en su intento por cruzar sin la compañía de ningún adulto la frontera hacia Estados Unidos, lo que evidencia una «crisis humanitaria» de la que han responsabilizado a su vecino septentrional por su confusa legislación.
Según el Gobierno mexicano, en los seis primeros meses de 2014 más de 9.000 niños, en su mayoría centroamericanos, han tratado de cruzar solos la línea limítrofe, advirtiendo de que, de seguir la misma tendencia, podrían alcanzar los 16.000 a finales de año, lo que supondría un incremento del 60 por ciento respecto a 2013.
La subsecretaria de Población y Migración, Paloma Guillén, ha acusado a Estados Unidos de esta «crisis humanitaria» al considerar que la falta de claridad de su legislación sobre inmigración ha fomentado el aumento de los desplazamientos hacia la frontera común.
«Hay una responsabilidad de Estados Unidos, ellos tienen que ser más claros en sus discursos porque ese mensaje, que parece protector de los Derechos Humanos, no lo es a la hora de los hechos», ha dicho en una comparecencia en el Senado.
Guillén ha explicado que las mafias de tráfico de personas incluso han llegado a elaborar folletos para informar del programa de regularización de inmigrantes de Estados Unidos y que cobran entre 5.000 y 7.000 dólares (3.675 y 5.145 euros) a los padres por intentar hasta tres veces que sus hijos crucen la frontera.
La subsecretaria ha adelantado que México participará en la cumbre regional que se celebrará el próximo jueves en Nicaragua para abordar esta crisis de inmigración, de acuerdo con el diario mexicano 'Milenio'.
Situación «inaceptable»
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció la semana pasada, en el marco de una reunión con los líderes centroamericanos celebrada en Guatemala, que la situación de estos niños inmigrantes «es inaceptable».
Biden indicó que «parte importante de la solución al problema es identificar las causas principales (de la emigración), como la pobreza, la inseguridad y la ausencia de un Estado de Derecho, para que la gente pueda vivir en sus comunidades».
Por ello, Estados Unidos ha anunciado ayudas millonarias para ayudar a los países centroamericanos a frenar la salida de sus ciudadanos hacia su vecino septentrional, que ha alcanzado ya cotas de crisis humanitaria.
A nivel nacional, el Congreso ha presentado un proyecto de ley que aumenta hasta 2.280 millones de dólares (1.678 millones de euros) los fondos del Departamento de Salud y Servicios Humanos para lidiar con los niños inmigrantes.
En el último año fiscal, que terminó en septiembre de 2013, los agentes fronterizos de Estados Unidos han interceptado a más de 24.000 niños que viajaban solos. Desde entonces y hasta ahora, han superado los 52.000, de acuerdo con cifras oficiales.