China crece, sube a las alturas y se presenta como una de las potencias económicas más fuertes. Pero como todo en tendencia, no sólo hay que serlo, también aparentarlo.
Una de las últimas excentricidades del gigante asiático es la cena ligera. No porque se coma poco, sino porque se hace en el aire. Veintidós comensales y tres camareros se subieron este viernes sobre una plataforma del tamaño de un salón para celebrar una comida por lo más alto.
La mesa y las sillas colgaban a 50 metros del suelo sobrevolando el distrito financiero de Lujiazui, en Shangai. No faltó detalle. Los clientes estaban bien protegidos con unas sillas al estilo de una atracción de feria y agasajados con vino. Pese a que era día, no faltaron las lámparas para endulzar la luz de la cita.