Un tiroteo registrado en la tarde de este miércoles en la localidad estadounidense de Spring, una zona residencial al norte de la ciudad Houston (estado de Texas), ha dejado un saldo de seis personas fallecidas, entre las que se encuentran cuatro niños, según ha confirmado en rueda de prensa el jefe de policía del condado de Harris, Ron Hickman.
En base a la información facilitada por la propia Policía, se trataría de un caso de violencia doméstica y el autor de los disparos sería el padre de los menores –se precisa que entre los fallecidos hay hijos biológicos y también adoptados del principal sospechoso–, que se encuentra divorciado.
Los fallecidos son dos niños, de 13 y 4 años; dos niñas, de 9 y 7 años; un hombre de 39 años y una mujer de 33 años, que cuidaban de los menores. Una séptima persona, una joven de quince años de edad, ha sido trasladada en avión a un hospital local, de acuerdo con la información de la cadena estadounidense CNN.
El sospechoso fue interceptado por la Policía y después de una persecución de veinte minutos de duración quedó finalmente acorralado en su vehículo en una calle sin salida a unas cuatro millas de la escena del tiroteo. El sujeto amenazó con suicidarse apuntando con una pistola a su propia cabeza.
Las autoridades mantuvieron el contacto telefónico con el sospechoso, según ha explicado Hickman, que añade que en torno a las 22.00 horas (hora local) y tras una ardua negociaciones consiguieron que se rindiese sin tener que lamentar más víctimas mortales.