El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha tildado de «parodia» la resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la apertura de investigaciones por los prestunos crímenes israelíes en la Franja de Gaza y ha llamado a la «gente decente» a rechazar dicha iniciativa.
La oficina del jefe del Gobierno ha recriminado en un comunicado al Consejo de Derechos Humanos que abra una investigación sobre Israel en lugar de sobre Hamás, «que está cometiendo un doble crimen de guerra al disparar cohetes contra civiles israelíes y esconderse tras civiles palestinos». Según Netanyahu, el partido-milicia palestino utiliza a la población como «escudos humanos».
En este sentido, ha defendido que Israel intenta evitar a toda costa las bajas civiles lanzando panfletos que anticipan los bombardeos, enviando mensajes de texto y realizando llamadas telefónicas.
La ONU, a juicio de Netanyahu, «debería lanzar una investigación sobre la decisión de Hamás de convertir hospuitales en centros de mando militares, usar escuelas como depósitos de armas y colocar baterías de misiles cerca de parques, viviendas privadas y mezquitas».
El primer ministro israelí ha advertido de que el Consejo de Derechos Humanos está enviando a todas las «organizaciones terroristas» el mensaje de que pueden utilizar a civiles como escudos humanos.
Supuesto sesgo
Israel, que acusa al Consejo de Derechos Humanos de parcialidad, boicoteó este foro de Ginebra durante 20 meses y decidió reincorporarse en octubre. Su principal aliado, Estados Unidos, también mantiene que Israel recibe un trato injusto.
Netanyahu ha rescatado este miércoles estas críticas al señalar que la investigación que prevé lanzar el Consejo tiene ya «una conclusión anterior». El primer ministro ha denunciado que el «predecible resultado» de las pesquisas servira para «difamar» a Israel.
Netanyahu ha recordado el «infame» informe Goldstone, relativo a la operación 'Plomo Fundido' en Gaza y en el que se denunciaban los crimenes de guerra cometidos por Israel y Hamás entre diciembre de 2008 y enero de 2009. El jurista sudafricano responsable de este análisis, Richard Goldstone, rectificó posteriormente.